El bulto como un chichón en tu cuerpo que 'pide' a gritos ir al médico: una garrapata está detrás

Ya estamos en pleno verano y el calor está a la orden del día, y las garrapatas, también. Estos pequeños parásitos se alimentan de la sangre de otros, entre ellos, los humanos. Lo hacen al alimentarse de la sangre del animal que haya escogido como víctima.

Un lector del periódico finlandés Iltalehti contó que pasó tiempo en el campo, paseó por el bosque y pasó las tardes en la sauna todo un fin de semana. Al día siguiente, notó un pequeño bulto rojo en la pierna. Podría haber sido una picadura de mosquito. Sin embargo, siguió creciendo y se volvió más doloroso.

Decidió acudir a un médico especialista en salud laboral que le recomendó tomar un antihistamínico y aplicar cortisona en el chichón si fuera necesario. Sin embargo, al cabo de un par de días, los síntomas empeoraron. La zona de la picadura se extendió, se puso caliente y dolorosa, y también desarrolló síntomas del sistema nervioso, según explicó al periódico finlandés. Finalmente, recibió antibióticos para la enfermedad de Lyme confirmada y se recuperó rápidamente.

La Asociación Nacional de Empresas de Sanidad Ambiental (ANECPLA) ha alertado de que la presencia de garrapatas se multiplica con el calor y, con ellas, también el riesgo de contraer graves zoonosis como la enfermedad de Lyme o la Fiebre Hemorrágica de Crimea-Congo.

A su vez, ha avisado de que esta amenaza sanitaria no se circunscribe únicamente al campo o a poblaciones rurales, sino que también está presente en parques, jardines y zonas verdes de áreas urbanas y ofrece recomendaciones para prevenir sus picaduras.

En España, las dos especies que más preocupan por su riesgo a nivel sanitario son las garrapatas del género Hyalomma, que son los principales vectores transmisores del virus de la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo y las del género Ixodes, involucradas en la trasmisión de una gran variedad de patógenos de importancia clínica-veterinaria, entre los que se encuentra el virus de la encefalitis transmitida por garrapatas y la bacteria de Borrelia, causante de la enfermedad de Lyme.