El ejército más importante del mundo con la misión de proteger al Papa: así opera la Guardia Suiza
Detrás de esas coloridas indumentarias se encuentran profesionales que requieren de una gran vocación y compromiso con la seguridad del pontífice.

La Guardia Suiza, con sus distintivos uniformes coloridos, es una de las fuerzas militares más antiguas y exclusivas del mundo. Este cuerpo militar, encargado de la seguridad del Papa, destaca no solo por su historia, sino también por los estrictos criterios de selección y formación de sus miembros.
Fundada en 1506 por el Papa Julio II, la Guardia Suiza fue creada para proteger al Vaticano y al Pontífice. Su gesta más notable ocurrió en 1527 durante el Saqueo de Roma, cuando defendieron al Papa Clemente VII, permitiéndole escapar a través del "pasadizo del Borgo" hacia el Castillo de Sant'Angelo.
Para formar parte de este prestigioso cuerpo, los candidatos deben cumplir con una serie de requisitos estrictos:
- Ser ciudadanos suizos.
- Ser católicos practicantes.
- Haber completado el servicio militar en Suiza.
- Tener entre 19 y 30 años.
- Medir al menos 1,74 metros.
- Poseer un diploma de secundaria y un carné de conducir.
- Superar exámenes de salud física y mental.
- Además, los candidatos no deben tener antecedentes penales ni problemas financieros, ya que representan la "tarjeta de visita" del Papa.
¿Cómo se recluta a sus futuros miembros?, ¿cuál es la formación?
Los nuevos reclutas se comprometen a un período de formación de dos meses y a servir en el Vaticano durante al menos 24 meses. Recientemente, el Papa Francisco ha permitido que los miembros mayores de 25 años, con al menos cinco años de servicio, puedan casarse, siempre y cuando se comprometan a servir tres años adicionales.
La Guardia Suiza enfrenta el desafío de reclutar suficientes miembros cada año, dado que solo el 30% de los suizos son católicos. Esto obliga a los responsables a buscar soluciones creativas para mantener el número necesario de soldados.
La Guardia Suiza no solo es un símbolo de tradición y lealtad, sino también una fuerza moderna y altamente capacitada, dedicada a la protección del Papa Francisco y del Vaticano. Su compromiso y sacrificio continúan siendo un ejemplo de devoción y servicio.