El gran error que se comete con las hojas de reclamaciones que le quitan todo su poder

El gran error que se comete con las hojas de reclamaciones que le quitan todo su poder

Es importante tomarse el tiempo necesario para rellenarla.

Una persona escribiendo en un cuaderno.Getty Images

Las hojas de reclamaciones son el primer paso para que pueda solucionarse un problema relacionado con consumo, tal y como explica la OCU. Sirven para que la Administración de Consumo se entere del caso e investigue a la empresa, para que se intente que la empresa llegue a un acuerdo con el consumidor, y para que se sancione a la empresa si ha incumplido alguna de sus obligaciones.

Una de las ventajas que tiene es que, a veces, la simple amenaza de poner una es suficiente para que la empresa proponga un acuerdo. Y como las empresas no son partidarias de tener muchos expedientes abiertos, si se usan las hojas de reclamaciones su trato al cliente mejora.

Sin embargo, también tienen un inconveniente, y es que nadie garantiza que haciendo uso de ella se vaya a tener una compensación económica si se ha causado un perjuicio de esa índole. Además, hay un error que muchos consumidores cometen a la hora de rellenar las hojas de reclamaciones y que pueden quitar todo su poder.

Se trata de completarla cuando tienes el "calentón" en el cuerpo. Como recoge Diario Sur, existe la posibilidad de solicitar la hoja de reclamaciones y llevársela a casa para poder tomar el tiempo necesario en rellenarla. Aunque, eso sí, un tiempo prudencial porque algunas comunidades tienen plazos concretos para reclamar.

Es importante exponer de forma clara y concisa el motivo de la queja, lo que se solicita y la fecha. Hay que hacer fotocopias de todos los documentos que sirvan de pruebas -presupuesto, contrato, tickets, facturas, garantía...- para presentarlo junto a la hoja de reclamaciones. Y después hay que entregar a la OMIC (Oficina Municipal de Información del Consumidor) una copia de la hoja junto con el resto de las fotocopias.