El gran error que se comete con las hojas de reclamaciones que le quitan todo su poder
Es importante tomarse el tiempo necesario para rellenarla.
![](https://img.huffingtonpost.es/files/image_720_480/uploads/2024/05/15/una-persona-escribiendo-en-un-cuaderno.jpeg)
Las hojas de reclamaciones son el primer paso para que pueda solucionarse un problema relacionado con consumo, tal y como explica la OCU. Sirven para que la Administración de Consumo se entere del caso e investigue a la empresa, para que se intente que la empresa llegue a un acuerdo con el consumidor, y para que se sancione a la empresa si ha incumplido alguna de sus obligaciones.
Una de las ventajas que tiene es que, a veces, la simple amenaza de poner una es suficiente para que la empresa proponga un acuerdo. Y como las empresas no son partidarias de tener muchos expedientes abiertos, si se usan las hojas de reclamaciones su trato al cliente mejora.
Sin embargo, también tienen un inconveniente, y es que nadie garantiza que haciendo uso de ella se vaya a tener una compensación económica si se ha causado un perjuicio de esa índole. Además, hay un error que muchos consumidores cometen a la hora de rellenar las hojas de reclamaciones y que pueden quitar todo su poder.
Se trata de completarla cuando tienes el "calentón" en el cuerpo. Como recoge Diario Sur, existe la posibilidad de solicitar la hoja de reclamaciones y llevársela a casa para poder tomar el tiempo necesario en rellenarla. Aunque, eso sí, un tiempo prudencial porque algunas comunidades tienen plazos concretos para reclamar.
Es importante exponer de forma clara y concisa el motivo de la queja, lo que se solicita y la fecha. Hay que hacer fotocopias de todos los documentos que sirvan de pruebas -presupuesto, contrato, tickets, facturas, garantía...- para presentarlo junto a la hoja de reclamaciones. Y después hay que entregar a la OMIC (Oficina Municipal de Información del Consumidor) una copia de la hoja junto con el resto de las fotocopias.