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El país de África que habla español mudará su capital a mitad de la selva

El país de África que habla español mudará su capital a mitad de la selva

Se llamará Ciudad de la Paz.

Bandera de Guinea Ecuatorial.
Bandera de Guinea Ecuatorial.Getty Images/iStockphoto

Guinea Ecuatorial puede presumir de ser el único país de África que tiene el español como idioma oficial. El territorio, que se independizó de España en 1968, está conformado por cinco islas totalmente habitables y un territorio en el continente africano.

Su capital es Malabo, situada en zona insular, si bien la ciudad continental más poblada es Bata. Al igual que sucedió en otros países como Brasil, que en octubre de 1956 construyó su nueva capital, Brasilia, para acabar con las rencillas entre sus principales ciudades, Río de Janeiro y Sao Paulo, Guinea Ecuatorial ha decidido levantar una nueva capital en mitad de la selva tropical.

La construcción de esta nueva metrópoli se llama Ciudad de la Paz. Sin fecha de inauguración, desde 2012 se está llevando la puesta a punto de dicha urbe en el asentamiento de Oyala, también conocida como Djibloho, razón por la cual en un principio se pensó en que se llamara «Oyala-Ciudad de la Paz» hasta que en 2017 adoptó su título original.

Actualmente, solo residen en ella unas 2.000 personas, pero se espera que en el futuro albergue entre 160.000 y 200.000 habitantes. La ciudad ha sido planeada como un símbolo de modernidad, centralización administrativa y sostenibilidad, motivos que explican por qué se ha elegido un lugar tan remoto, en un territorio de fácil accesibilidad, virgen y denso, en el que la naturaleza todavía tiene un peso sustancial.

La planificación de la ciudad, que abarca 8.150 hectáreas y ha sido diseñada por el Estudio Portugués de Arquitectura y Urbanismo FAT (Future Architecture Thinking), contará con varias instalaciones entre las que destacan el Parlamento, villas presidenciales, un distrito financiero, áreas residenciales, universidades e incluso un campo de golf y un hotel de lujo, todo ello conectado mediante un carreteras de seis carriles y el levantamiento de tres puentes. En lo que respecta al suministro eléctrico, se apuesta por las energías renovables gracias en buena parte a la central hidroeléctrica en Evinayong. 

Proyecto extranjero y no exento de polémica

Pese a su pasado español, la intervención de España en la puesta a punto de esta nueva capital es prácticamente nula. El proyecto ha estado liderado por empresas extranjeras, especialmente francesas y chinas, de acuerdo a los convenios establecidos por el Gobierno.

Asimismo, aunque el Gobierno ve en el proyecto todo un símbolo de prosperidad y estabilidad, no ha estado exento de polémicas que giran en torno a la cantidad de millones destinados para construir una ciudad futurista en un país en el que buena parte de población vive en situaciones precarias, apuntan desde Gizmodo