El proyecto de vivienda social donde los residentes solo pagan un euro al año para vivir allí: este alquiler fijo se mantiene desde 1521
Los residentes tienen que cumplir una serie de condiciones.

El acceso a la vivienda es cada vez más complicado en España. De acuerdo a los datos de Fotocasa, el precio medio del alquiler se sitúa en 14 euros/m2 en octubre de 2025, lo que representa una subida de un 2,3% en su variación mensual y un 13,5% en su variación interanual.
La última edición de los Indicadores Urbanos del Instituto Nacional de Estadística (INE) también dan cuenta de esta realidad. El importe medio del arrendamiento en nuestro país ha crecido un 33% entre 2013 y 2023, siendo este el último año en el que se ofrecen datos. No obstante, esta situación es muy diferente en Fuggerei, situado en Augsburgo, Alemania.
En este complejo de viviendas sociales, que ostenta el título de ser el más antiguo del mundo, tal y como destacan en el medio francés La Depeche, los residentes pagan 1,02 euros de alquiler anual desde 1521, el año de su fundación.
En total, 150 personas gozan de este privilegio de este arrendamiento tan bajo. Para entender este fenómeno, hay que remontarse 500 años atrás, cuando el comerciante, Jakob Fugger, fundó este complejo de 142 apartamentos de 60 m2 y tres habitaciones para proporcionar una vivienda a la comunidad cristiana de la ciudad. Cinco siglos después, ese arrendamiento de poco más de un euro que ahora parece simbólico se ha mantenido, pero con una serie de condiciones.
Dichos requisitos incluye un compromiso moral y unas normas estacionales, que se traducen en: recitar tres oraciones al día para la prosperidad de la familia Fugger y realizar tareas comunitarias como el mantenimiento del jardín o servicios de vigilancia nocturna.
La norma más estricta es el toque de queda. Los residentes que quieran entrar en el recinto pasada la hora máxima de llegada, las 22:00, deben pagar 0,5 euros en concepto de multa al guardia de seguridad. El importe asciende a 1 euro si el ingreso se realiza pasada la medianoche.
Sin embargo, los 'tardones' no son los que más tienen que pagar. Con el objetivo de obtener un dinero estable que le ayuda a mantener el complejo, los turistas que desean visitarlo deben pagar 8 euros de entrada.
