Ema, de pizzero a fontanero, sobre cambiar de oficio: "La única barrera que tenemos la tenemos en la cabeza"
"Cuando yo empecé con el curso de fontanería, nadie, aparte de una o dos personas, ni la familia, creía en este proyecto", relató.

La volatilidad de la vida, y las duras condiciones laborales de muchos empleos, hacen que ya no sea tan común permanecer en un trabajo durante mucho tiempo e, incluso, que se pase a ramas completamente diferentes. Así lo ha reflejado el creador de contenido en TikTok Ema, quien ha compartido su experiencia al pasar de pizzero a fontanero autónomo en Valencia.
"Yo toda mi vida he trabajado como pizzero. He trabajado veinte años como pizzero porque estudié desde pequeño. Hice escuela de hostelería y luego trabajé en pizzería, que a mí me gustaba mucho", explicó. Con el tiempo, sin embargo, se hartó de esa vida, "porque el problema de la hostelería es que no tienes vida", afirmó.
Por ello, decidió cambiar de gremio, y dado que siempre había sido algo "manitas" empezó a buscar otras formas para ganarse la vida de "manera digna". "Empecé a buscar cursos y me salió el curso de frigorista, fontanería y todo eso. Dije vale, voy a preguntar en una escuela a ver qué me dicen. Al final me quedé con el curso de fontanería. Dije esto es el mejor curso, encaja conmigo, puedo empezar ya a trabajar cuando acabe", apuntó.
Pero lo que más le gustó de esta opción es que podía trabajar solo como autónomo. Pero el camino para llegar hasta ahí no fue fácil. "Trabajaba por la mañana en una heladería, porque en la pizzería no me daba tiempo para estudiar. Por la noche y el fin de semana estudiaba y hacía el curso", contó. Así, en un años logró sacarse el curso de fontanería.
"Tenía un colega del curso que tenía una empresa y me fui a trabajar con él. Aprendí de calefacción, de calderas, de calentadores, de muchas cosas. Me quedé seis meses con ellos", relató. Tras esto, finalmente, pudo darse de alto como autónomo con una cartera de clientes. "Con el pasapalabra y todo eso, ya sabes, empecé a tener clientes. Y hasta ahora he trabajado de maravilla", dijo.
También remarcó que los inicios fueron duros. "Cuando yo empecé con el curso de fontanería, nadie, aparte de una o dos personas, ni la familia, creía en este proyecto. Todo el mundo se burlaba de mí: 'Tú pizzero, llevas veinte años, ahora te pones de fontanero, ¿dónde vas?' Pero al final no hay que escuchar a nadie. Si tú quieres hacer una cosa, la haces", expresó.
"Si queréis cambiar de oficio, si queréis empezar, nunca es tarde. La única barrera que tenemos la tenemos en la cabeza. Si te pones de cabeza dura, si eres valiente y te buscas la vida, siempre te va a salir algo", conluyó.
