En Cataluña están recurriendo a los rebaños de cabras hambrientas para ayudar a combatir los incendios forestales por el calor
El pastoreo preventivo no es nuevo, pero cada vez más ganaderos se están sumando.

La segunda ola de calor del verano, con temperaturas superiores a los 40 grados en varias zonas de Epaña, ha golpeado con fuerza y varios incendios forestales preocupan en diversas zonas del país, en especial en Castilla y León.
Frente a esto, un proyecto piloto en la ciudad de Mataró ha puesto a trabajar a las cabras para tratar de mitigar el riesgo de los voraces incendios, que afectan cada año con especial virulencia al sur de Europa a medida que el cambio climático se intensifica.
El proyecto, que forma parte de un esfuerzo más amplio financiado por la Unión Europea, ha sido un éxito y "ha llegado para quedarse", según aseguró el concejal de Agricultura del Ayuntamiento de Mataró, José Antonio Ricis, a periodistas de la agencia Reuters.
El pastoreo preventivo no es nuevo, pero cada vez más ganaderos se están sumando a esta práctica que permite dejar atrás las máquinas que pueden ocasionar chispas y provocar incendios por el uso de animales para limpiar la maleza.
De esta forma, estos pastores continúan con una tendencia que busca promover la conservación de la biodiversidad y generar riqueza en zonas rurales a través de medidas más ecológicas.
Las cabras, además, tienen la ventaja de que son conocidas por su apetito voraz. Estas, según remarca Reuters, se alimentan incluso de plantas espinosas como cactus o cardos, "lo que las hace ideales para limpiar matorrales y otros materiales combustibles y crear cortafuegos naturales".
