Este país se está quedando sin apellidos

Este país se está quedando sin apellidos

Un cambio legislativo supondría un gran paso adelante para la igualdad de género.

Kabukicho, popular zona de ocio de Tokio conocida por su vida nocturna para adultos.ZHANG Zheng

Los apellidos son una parte importante de la identidad personal y cultural de un país. En España, por ejemplo, los apellidos más comunes y que comparten millones de españoles, según el INE, tienen su origen en la Edad Media. García es el más común en 30 provincias y lo llevan más de 1,4 millones de personas ; Rodríguez, con casi un millón, es el segundo y González, el tercero. Por la contra, Yáñez es el menos común en España. 

La variedad de apellidos es tal, que es difícil pensar en la situación que ha pronosticado el estudio elaborado por el profesor Kazuo Yoshida, de la Universidad japonesa de Nihon. De acuerdo con el investigador, los apellidos Suzuki, Takahashi y Tanaka, algunos de los más comunes que se pueden encontrar en Japón, están condenados a la desaparición si no se toman las medidas necesarias para frenar el avance del más repetido en ese país: Sato.

Yoshida que ha realizado un análisis detallado del censo japonés, ha encontrando que la proporción de japoneses que se apellidan Sato ha aumentado notablemente en los últimos años, lo que dibuja un escenario sombrío para la diversidad patrimonial en el país.  Según los cálculos del profesor, si la tendencia actual persiste y no se ponen en marcha cambios legislativos, el año 2446 aproximadamente la mitad de la población japonesa llevaría este apellido, aumentando al 100% para 2531.

Lo que propone el profesor Yoshida, en el marco de una campaña para la modernización de un Código Civil que tiene sus raíces en el siglo XIX, es aplicar los cambios legislativos necesarios para terminar con una práctica arraigada en la sociedad japonesa. En Japón, cuando se casan, las parejas deben decidir qué apellido llevarán ambos. Sin embargo, la tradición ha llevado a que el 95% de las mujeres cambien su apellido por el de su esposo.

La presión para reformar esta norma discriminatoria de Japón la lidera el grupo Juntos por Apellidos Separados, un movimiento protagonizado, principalmente, por mujeres, que ha sido capaz de reunir más de 100.000 firmas para pedirle al gobierno japonés que permita que las parejas casadas puedan utilizar apellidos separados.

El gobierno, aunque ha reconocido la necesidad de revisar la legislación, no ha tomado una posición definitiva. Sin embargo, un cambio en la ley sería un hito significativo en el camino hacia la igualdad de género en Japón y podría ser crucial para preservar la diversidad de apellidos en la nación insular. La cuestión sigue siendo debatida intensamente en todo el país, mientras el reloj avanza inexorablemente hacia el futuro.