Julien, 42 años, sufre una crisis vital y deja todo para viajar por el mundo: "Querer es poder"
Varios son los casos que se plantean dar un giro radical a su vida alrededor de los 40.
Las crisis existenciales se presentan a mayor o menor edad. Es común que entre los 35 y los 45 años, uno se pregunte: ¿qué hago aquí? y/o ¿estoy contento con lo que tengo? Cuando la respuesta es un no, se encienden todas las alarmas. Algunos permanecerán en el sitio, resignados a seguir con su vida por las deudas a pagar y los hijos que alimentar, mientras que otros prefieren dar un giro de 360º.
Julien responde a esta última cuestión. A sus 42 años, tras un trágico suceso, decidió que tenía que cambiar radicalmente su vida. Armado de valor, se puso rumbo para comenzar un viaje alrededor del mundo. Por el momento, ha recorrido Sudamérica durante varios meses con la mente despejada, sin pensar en el momento en que ponga punto y final a esta aventura vital. "Querer es poder", sostiene.
Ejemplos como el de Julien abundan entre los que van a cumplir los 40 o los superan. Tal y como recoge el medio Francebleu, a Audrey le ha pasado lo mismo a los 37 años, pero en vez de un trágico episodio, ha sido víctima del llamado síndrome del nido vacío. Sus hijos se fueron a un internado y también ha sentido de que debe modificar el rumbo de su vida. Asimismo, Séverine, de 45 años, ha experimentado como en los últimos meses la ansiedad se ha apoderado de sus pensamientos hasta el punto de replantearse su trabajo e incluso el proyecto familiar que ha construido.
Qué es la crisis de mediana edad y cómo afrontarla
Expertos en psicología y estudios recientes apuntan que la crisis de mediana edad se suele manifestar alrededor de los 40 años. El psiquiatra Carl Gustav Jung, fundador de la psicología analítica, expresó que "la vida empieza a los 40" y que "hasta ese momento, solo se está investigando".
De acuerdo al psiquiatra, esa primera mitad de vida es un período de aprendizaje y formación de ideas, y es a partir de la segunda mitad cuando se presenta ese punto de inflexión que lleva a uno a plantearse que es realmente lo que quiere.
De esta forma, la crisis de mediana edad o crisis de los 40 viene acompañada de un sentimiento de ansiedad, estancamiento e imprecisión a la hora de definir qué es lo que se quiere realmente en la vida. A menudo, los que la padecen tienen la sensación de que el tiempo se escapa y buscan con ansia aprovechar las oportunidades vitales que se presentan.
En este sentido, de acuerdo a la psicóloga clínica Beth Kurland, consultada por GQ, a la que hace referencia en Infobae, el bienestar emocional llegados a esta edad parte de identificar las actividades con las que se disfruta, como pueden ser la música, la cocina o la escritura, que también potencien la creatividad y contribuyan a fortalecer las relaciones sociales.