La anomalía térmica mata al virus del tomate

La anomalía térmica mata al virus del tomate 

La campaña está a punto de comenzar.

TomatesGETTY IMAGES

Los invernaderos cuentan con una gran ventaja a la hora de cultivar frutas y verduras: puede hacerse durante todo el año sin necesidad de preocuparse por las temperaturas del exterior. Sin embargo, hay un inconveniente y es que las altas temperaturas del interior pueden provocar que el virus del tomate ataque aún cuando no es verano.

Este virus del tomate, conocido como ToBRFV, se crea en las hojas de la cabeza del tomate y va desplazándose hasta los brotes y a los frutos de la planta. Tiene forma de mosaico y es fácilmente reconocible porque produce deformaciones y pérdida de calidad en los tomates.  

El principal problema es que el virus del tomate prolifera, sobre todo, con las altas temperaturas. Así que durante el verano los agricultores tienen que tener mucho cuidado y utilizar los desinfectantes necesarios para evitar que el cultivo se eche a perder. 

La "solución" al virus del tomate

Además de utilizar un desinfectante especializado para el sector agroindustrial o mantener la higiene en el cultivo, hay otro método para salvar los tomates de esta enfermedad. Se trata de las anomalías térmicas. Cuando las temperaturas están por debajo de cero grados se corta el ciclo de vida del virus.

Por este motivo, los agricultores que plantan sus tomates al aire libre en zonas donde las temperaturas son bastante frías no suelen tener problemas con la cosecha. En cambio, los productores de invernaderos de la zona de Almería son los más afectados con el virus del tomate.