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La justicia da la razón a Zara en el despido de una empleada que realizó una devolución ficticia

La justicia da la razón a Zara en el despido de una empleada que realizó una devolución ficticia

Los jueces entienden que abusó de la confianza depositada por la empresa.

Logo de Zara en una tiendadpa/picture alliance via Getty Images

Tras más de 20 años en una de las empresas más prestigiosas de España, una mujer ha perdido su trabajo por un intento de fraude. Tal y como recoge Infobae, el Tribunal Superior de Justicia de Aragón (TSJA) ha ratificado el despido disciplinario de una empleada de Zara tras considerarse probado que manipuló una operación en caja para apropiarse de 25,95 euros mediante una devolución ficticia

La sentencia, dictada a raíz de un recurso presentado por la trabajadora, confirma la decisión adoptada previamente por el Juzgado de lo Social nº 6 de Zaragoza, que ya había avalado la procedencia del despido con efectos desde el 29 de febrero de 2024.

La mujer, contratada desde 1999 con categoría de encargada de establecimiento y más de dos décadas de antigüedad en la empresa, desempeñaba sus funciones en el centro de Zara de Puerto Venecia (Zaragoza). Aunque en los últimos tiempos realizaba labores de almacén, también solía cubrir puestos en caja, probadores o tienda en función de las necesidades.

La trabajadora devolvió una prenda sin el consentimiento de la compradora

El episodio que desembocó en el despido tuvo lugar el 16 de enero de 2024. Ese día, una clienta compró un anorak infantil valorado en 25,95 euros, que abonó en efectivo con un billete de 50. Minutos después, la trabajadora emitió un ticket regalo sin el consentimiento de la clienta, lo escaneó y simuló una devolución de la compra.

El sistema generó un comprobante de reintegro por el importe íntegro, cargado en una tarjeta regalo plástica que la empleada extrajo del cajón de la caja. Después, según descubrió la empresa, desechó los comprobantes en la papelera y guardó la tarjeta en el bolsillo de su chaqueta. 

La irregularidad salió a la luz al cabo de unos días, cuando la clienta volvió a la tienda a devolver la prenda y, al no permitirlo el sistema, puso una reclamación, lo que impulsó a la empresa a comprobar las cámaras de seguridad, presenciado la escena de los hechos.

La compañía entregó a finales de febrero la carta de despido disciplinario, acusándola de fraude y de una transgresión de la buena fe contractual, contemplada en el artículo 54.2.d) del Estatuto de los Trabajadores y en el convenio del comercio textil de Zaragoza.

La trabajadora recurrió la sanción alegando que nunca usó la tarjeta regalo, pero la justicia dio la razón a Zara

La trabajadora impugnó la decisión alegando que nunca llegó a usar la tarjeta regalo y que, por tanto, no existía un perjuicio real para la empresa ni un ánimo fraudulento probado. Solicitó la declaración de improcedencia del despido y la restitución de sus derechos.

Sin embargo, el Juzgado de lo Social nº 6 de Zaragoza desestimó su demanda el 27 de enero de 2025. La magistrada entendió que, aunque dicha conducta no le generó un beneficio económico directo, supuso una ruptura definitiva de la confianza depositada en ella por la compañía.

El tribunal justificó que la trabajadora, con más de veinte años de experiencia y categoría de encargada, conocía los protocolos de caja y, pese a ello, realizó una operación fraudulenta, cometiendo de esta forma un incumplimiento contractual con "la transgresión de la buena fe contractual, así como el abuso de confianza en el desempeño del trabajo", tipificado en el artículo 54 del Estatuto de los Trabajadores, que establece esto como motivo de despido procedente.

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