Las baldosas que pasan desapercibidas en todas las ciudades que en realidad son para ayudar a los ciegos
Son una herramienta fundamental para muchas personas.
Su instalación se ha ido generalizando en muchas ciudades de todo el mundo y lo cierto es que supone un avance que sirve de ayuda imprescindible para las personas ciegas.
Se trata de las baldosas específicas que se colocan frente a un paso de peatones o zonas en las que hay que tener especial cuidado para esquivar obstáculos que se pueden encontrar en las aceras de cualquier calle española.
Se denomina superficie podotáctil, banda de vigilia de vigilancia o suelo podotáctil para personas invidentes o de baja visión y su desarrollo no es de este siglo.
En el año 1967, en Okayama, Japón, se instalaron las primeras superficies para que las personas invidentes pudieran ser informados de que se estaban aproximando a una zona de riesgo por atropellos o que puede suponer algún riesgo.
Hoy en día, ha dado la vuelta al mundo y, en el caso de España, se pueden comprobar en numerosas calles y avenidas, así como en algunas tiendas y medios de transporte público.
Pero no es la única, ya que también existen el otro tipo, las encaminadoras, las encargadas de guiar en una única dirección a aquella persona que va por encima de ellas.
Ahora también se está generalizando la creación de paso de peatones podotáctiles que consisten en la instalación de bandas en los extremos de la señalización horizontal, para delimitar el mismo y servir de guía para personas con dificultad visual.