Polémica en EEUU. Melissa Calhoun, profesora de literatura del Satellite High School del condado de Brevard, en el estado de Florida, ha perdido su trabajo por llamar a un alumno por su nombre elegido en lugar de por su nombre legal.

En una investigación interna, Calhoun ha justificado que "llamé al alumno por el nombre que él mismo sentía". El problema es que una ley estatal aprobada en 2023 contempla que es necesaria la entrega de un formulario firmado por los padres para poder llamar a un menor por un nombre diferente al legal.

Tal y como recoge el medio de comunicación estadounidense Florida Today, los portavoces del distrito escolar aseguran que es la primera vez que un profesor pierde su empleo por infringir la nueva norma que exige un permiso escrito de los padres para utilizar un nombre alternativo al legal.

Las muestras de apoyo a la docente ante esta situación han sido múltiples. "Es una de las pocas profesoras que forma el carácter de los niños, no solo sus mentes", ha destacado Susan Pinsky, madre de tres antiguos alumnos de Melissa Calhoun.

"No cometió ningún delito. No puso en peligro a nadie. Solo hizo que un estudiante se sintiera bienvenido", ha subrayado Ryan Matrigali, un estudiante de la escuela que ha lanzado una petición para que vuelvan a contratar a la profesora que ha alcanzado más de 6.600 firmas en cuestión de horas.

En el mismo sentido se ha pronunciado Quinn Díaz, de Equality Florida (ONG que aboga por los derechos LGBTQ+). "Ella hizo lo que todo educador debería hacer: escuchó y respetó a un estudiante", ha resaltado Díaz.

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