Los científicos estudian eliminar el banco de Vitoria que simboliza el duro golpe a los napoleónicos
Una propuesta que busca proteger el monumento.

Seguro que todos hemos escuchado hablar del emblemático monumento a la Batalla de Vitoria, una imponente escultura que preside la Plaza de la Virgen Blanca y que rinde homenaje a la decisiva batalla de 1813 contra las tropas napoleónicas. Inaugurado en 1917, este símbolo histórico ha sido testigo del paso del tiempo y del día a día de la ciudad. Sin embargo, un reciente estudio ha puesto en el punto de mira su estado de conservación.
Se trata de un informe científico y técnico elaborado por la empresa Petra que ha confirmado la situación de “deterioro” de este monumento y que cifra su reforma en unos 360.000 euros. El daño sufrido por este conjunto escultórico se debe al paso del tiempo, las inclemencias meteorológicas, las intervenciones realizas y los daños ocasionados. Además, ahora los expertos consideran eliminar el mítico banco de madera que rodea la obra.
Este banco, instalado durante la reforma de 2007 y reparado en 2021, facilita el acceso directo a la estructura, lo que ha contribuido al deterioro de las zonas inferiores debido al contacto constante y la acumulación de residuos. En la actualidad, es habitual ver a gente sentada en la parte superior del banco o en las propias escalinatas de la escultura. Por ello, su retirada busca proteger el monumento de daños adicionales y preservar su integridad.
Todo por su preservación
La propuesta de eliminar o no el banco está ahora en manos del departamento de Espacio Público, quien deberá analizar en detalle las diferentes opciones antes de tomar una decisión definitiva. Eso sí, la retirada del banco implica el diseño de una alternativa que garantice la protección del monumento sin restarle visibilidad ni accesibilidad. Entre las posibles soluciones se baraja la instalación de una valla perimetral, una cristalera o incluso un pequeño jardín que rodee la escultura.
La concejala de Cultura, Sonia Díaz de Corcuera, ha señalado que, tras identificar estos problemas, es momento de intervenir. Por ello, actualmente se están llevando a cabo conversaciones dentro del equipo de gobierno para determinar cómo y cuándo se llevará a cabo la restauración del monumento, cuya reforma se estima en alrededor de 360.000 euros.
El informe científico también habla entre los problemas identificados de la suciedad generalizada, la corrosión en las partes de bronce y elementos rotos o deformados. La piedra de arenisca es la gran perjudicada ya que muestra signos de erosión y colonización biológica, agravados por la aplicación de una resina antigrafittis que se aplicó en los años 80 y que impide su correcta transpiración.
Ante el evidente desgaste que ha sufrido el monumento a la Batalla de Vitoria a lo largo de los años, resulta más que urgente llevar a cabo una intervención que garantice su conservación y evitar así un deterioro aún mayor. Es fundamental actuar cuanto antes con medidas eficaces si se quiere preservar el encanto y el valor histórico de este símbolo de la ciudad.