Maialen, la víctima, aseguró a la Policía sólo diez días que no se sentía en peligro ni amenazada. Quería "mantener la afectividad y estaba trabajando por la "retirada de la orden", el quebrantamiento "era consentido". Estaba esperando gemelos.
El Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo exhibirá los formularios de los asesinos, con sus antecedentes y motivos para unirse a la organización.