Los rescatadores reciben una llamada de socorro de un excursionista que les hiela la sangre: "¿En las arenas movedizas?"
Un rescate movedizo.
A veces, un simple paseo por la naturaleza puede transformarse en una situación insólita. Eso fue lo que ocurrió en Utah, donde un excursionista terminó atrapado en arenas movedizas en pleno Parque Nacional Arches, un incidente tan inesperado que incluso sorprendió a los rescatistas. El medio francés Midi Libre recogió el relato, destacando lo inusual del episodio para esta región árida del suroeste de Estados Unidos.
El suceso ocurrió el 5 de noviembre, cuando este senderista experimentado caminaba por una zona del parque que, en apariencia, no presentaba riesgos especiales. Sin embargo, al pisar una zona de suelo saturado de agua y enfriado por las temperaturas bajas, comenzó a hundirse rápidamente. Según explicó más tarde, al intentar liberarse solo consiguió acelerar el proceso, quedando atrapado hasta los muslos en una mezcla densa y helada que actuaba como una ventosa.
En su llamada de auxilio, el comandante de la unidad de búsqueda y rescate quedó desconcertado: “Negué con la cabeza, pensando: ‘¿Escuché bien? ¿Alguien está atrapado en arenas movedizas?’”. Y es que, aunque las arenas movedizas existen en diversas regiones, su aparición en Utah es muy poco frecuente, lo que aumenta el desconcierto inicial y complica las operaciones de rescate.
Aun así, los equipos de emergencia se movilizaron de inmediato. Con la ayuda de drones, localizaron al excursionista en cuestión de horas. Cuando lo encontraron, estaba exhausto pero consciente, atrapado en un suelo tan frío y compacto que cualquier movimiento brusco podía empeorar la situación. Gracias a un sistema de cuerdas y al trabajo coordinado de varios rescatistas, lograron sacarlo sin lesiones.
Aunque el episodio terminó bien, los especialistas insisten en que el peligro es real. Las arenas movedizas rara vez engullen a una persona por completo, pero pueden inmovilizar a un adulto con apenas uno o dos pasos mal dados. “Así que basta con uno o dos pasos en esta arena para provocar un descenso”, explican los equipos de rescate, recordando que la combinación de saturación de agua y bajas temperaturas convierte ciertas zonas del terreno en trampas inesperadas.