Muchos pueden poner como destino pendiente la maravilla del mediterráneo: sin turistas, con comida por 3 euros y café por 0,3 céntimos
"Ofrece una de las experiencias de viaje con mejor relación calidad-precio que he vivido", asegura un reconocido bloguero.

Los destinos turísticos más populares suelen estar abarrotados. Muchas veces, el encanto de los lugares es eclipsado por el agobio que puede suponer la aglomeración. En este escenario, Argelia se perfila como una joya aún por descubrir por su mezcla única de historia milenaria, precios increíblemente bajos y una autenticidad cultural difícil de encontrar.
"Con 2,5 millones de habitantes, esta ciudad ofrece la oportunidad de experimentar un verdadero exotismo, aprender sobre su rica historia, conocer gente amable y tener una auténtica experiencia de viaje, probablemente a precios nunca antes vistos", asegura a Elle el reconocido bloguero bosnio Robert Dacesin.
Argel, la capital, no solo deslumbra por su vibrante vida urbana y su gente acogedora, sino también por su asombrosa asequibilidad. "Para ser sincero, este destino tampoco estaba en mi lista de deseos, pero ahora que estoy aquí, puedo decir sin dudarlo que Argel ofrece una de las experiencias de viaje con mejor relación calidad-precio que he vivido", comenta Dacesin.
Un café espresso puede costar apenas 30 céntimos de euro, mientras se contempla una mezquita con más de mil años de antigüedad, mientras se puede almorzar por 3 o 4 euros. También ofrece la posibilidad de recorrer decenas de kilómetros en taxi por apenas 2 o 3 euros.
"Es cierto que África es el continente que menos he visitado, y solo he estado en diez países, pero creo que la capital de Argelia, Argel, es la mejor ciudad que he visitado", comenta Dacešin. "Y créeme, hay muchísimas atracciones", añade.
La influencia francesa es palpable en cada rincón: desde la arquitectura hasta el idioma, pasando por la gastronomía. Dacesin recomienda visitar la Fortaleza de Santa Cruz, accesible en teleférico por menos de un euro, así como el Gran Correo, el Palacio de la Cultura, el casco antiguo (kasbah) y una larga lista de mezquitas y edificios históricos.
Otro de los mayores atractivos de Argelia, según el experto, es su escasa presencia turística: "Lo que es particularmente interesante es que aquí casi no se ven turistas". Por eso, añade, "si estás pensando en un destino salvaje y exótico al que aún no ha llegado el turismo de masas, Argelia podría ser una gran opción".
