Muerde las orejas del famoso conejo de chocolate, siente una textura extraña y solo puede llorar: "Tuve que poner el flash del móvil"
Una pascua difícil de olvidar.

Después de la pascua, ha salido a la luz la situación que ha vivido una mujer australiana al comerse uno de los famosos conejos de chocolate. Sintió una textura extraña y solo pudo llorar.
"Me senté, abrí el conejito y empecé a comerme las orejas. Estaba a punto de darle otro mordisco y fue entonces cuando sentí lo que pensé que era un pelo, una textura extraña", ha contado.
La protagonista no daba crédito a lo que estaba comiendo y decidió coger el teléfono móvil y encender el flash. "Encendí la cámara y el flash del teléfono para ver mejor, y me pareció ver pelo. Enseguida me dieron náuseas y empecé a llorar", ha expresado.
"Ya he tenido este tipo de problema con la comida y me impactó", ha explicado, antes de responder a la gran pregunta. ¿Qué había dentro del conejo de chocolate? Pues el resultado fue un horror.
"Vi algo que parecían telarañas y me concentré en filmarlas, pero no me di cuenta de lo que había en el fondo…", ha relatado, antes de detallar que había algo en el interior de la figura.
"Había un insecto vivo, un gusano, una polilla de la comida que se movía, y luego otros insectos muertos y lo que parecía excremento", ha relatado, en una escena de película de terror.
Al ver eso, salió corriendo al baño y se puso a vomitar. Tras denunciarlo en redes sociales, la compañía, Cadbury, asistió a la protagonista y tras asegurar que garantizan los altos estándares de calidad, aseguraron que era difícil controlar los productos cuando salen de su cadena de suministro. La solución fue la de entregarle un vale por valor de 30 dólares australianos, unos 17 euros.
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