No solo Córdoba y Granada: estas ciudades de Andalucía también tienen su equivalente en Latinoamérica
Unas denominaciones que evocan al pasado de exploradores españoles.
En un escenario global lleno de historia y tradición, es común encontrar en los mapas nombres que viajan y se transforman a lo largo de los siglos. Diversas regiones de América, África y Oceanía conservan denominaciones que evocan al pasado de exploradores y conquistadores españoles, ingleses, franceses y holandeses. Por ello es normal que en estos territorios encontremos nombres de ciudades que tienen sus homólogos en Europa.
Este fenómeno, que persiste hasta nuestros días, se manifiesta en nombres como Nueva York (anteriormente, Nueva Ámsterdam), Nueva Gales del Sur, Nueva España... Ciudades que han heredado su nombre sin alterar el legado del lugar original. Algo parecido ocurre en Latinoamérica, donde se esconden territorios que comparten nombre con algunas metrópolis de Andalucía.
Córdoba
La Córdoba andaluza, famosa por su imponente Mezquita-Catedral y su legado romano, encuentra un reflejo en Córdoba, una ciudad de Argentina. Ubicada en el centro del país, esta es la segunda urbe más grande de todo el territorio y, curiosamente, fue fundada en 1573 por varios colonos españoles, de ahí su nombre en honor a la ciudad andaluza.
Se trata de uno de los ejemplos más claros y populares en todo el mapa, ya que ambas ciudades son realmente importantes y reconocidas a nivel internacional. En el caso de la argentina cabe destacar el rápido crecimiento económico y cultural que ha experimentado desde su fundación. Ambas ciudades, cada una a su manera, combinan la tradición milenaria con la modernidad en un contexto cambiante y dinámico.
Granada
Granada, en el corazón de Andalucía, es reconocida mundialmente por la majestuosa Alhambra, un monumento que resalta el esplendor islámico y su convivencia con el legado cristiano. Esta ciudad también tiene su homóloga latinoamericana, ya que Nicaragua también cuenta con su propia Granada, donde las calles empedradas y la arquitectura reflejan una historia de mestizaje y resistencia.
Se trata de una de las ciudades más antiguas de América Central que, curiosamente, también fue fundada por españoles hace siglos. El lugar ofrece un recorrido por la época colonial, donde los vestigios de tradiciones indígenas y la influencia europea se entrelazan.
Jaén
Jaén, en Andalucía, es sinónimo de olivares centenarios y una tradición que gira en torno al aceite de oliva. Mientras que la ciudad de Jaén de Perú es conocida por formar parte del departamento de Cajamarca, en el norte del país. Aunque su trayectoria es menos extensa que la de su homóloga española, la ciudad peruana está en constante transformación, impulsada por proyectos que buscan entrelazar la agricultura tradicional con técnicas modernas.
Al igual que sus otras dos compañeras latinas, esta ciudad también fue fundada por españoles durante todo el proceso colonial criminal. Además, actualmente esta urbe peruana todavía conserva cierta influencia española latente en sus calles y edificios.
Málaga
Por último, pero no menos importante, Málaga es una de las mayores joyas españolas de la Costa del Sol, popular por su rica escena cultural, su vibrante legado artístico y su atractivo turístico. En contraste, Málaga de Colombia destaca por combinar tradiciones locales con nuevas oportunidades económicas. Esta ciudad se encuentra en plena expansión y guarda una estrecha relación con sus raíces.
Curiosamente, esta ciudad se enmarca dentro del departamento de Santander, otro nombre que comparte con un territorio español. Además, siguiendo la línea de los anteriores ejemplos, Málaga también recibió esta denominación por decisión de varios españoles en el proceso colonial criminal.