Plantan un inocente manzano en la guardería, un padre asegura ver un peligro mortal y el jardinero salva el día

Polémica en el municipio alemán de Ganderkesee por la plantación de un árbol frutal. Todo ha surgido a raíz de una iniciativa en redes sociales denominada como 'Desafío del Árbol Frutal'. La misma consiste en plantar un árbol frutal en una semana, y si no se hace, se debe invitar a una fiesta a quien te haya nominado.

Una asociación local fue nominada en el reto y los socios decidieron plantar (sin permiso del ayuntamiento) un manzano en la entrada de la guardería de la localidad. Pese a que el objetivo es contribuir a la biodiversidad y a la protección del medio ambiente, la medida no ha sido bien recibida por toda la población.

En ese sentido, desde el municipio han informado de que "recibimos comentarios de un padre que expresó su preocupación por el riesgo que podría suponer plantar un árbol frutal para los niños".

Tal y como recoge el medio de comunicación alemán NDR, lo que al padre le preocupaba de la plantación del manzano en la guardería era que el árbol pudiera atraer avispas, lo que implicaría un peligro mortal para los niños con alergias.

"Las preocupaciones de padres e hijos suelen tomarse en serio, tal como se estipula en el plan de seguridad del jardín de infancia. La preocupación expresada no constituía una queja ni una exigencia de retirar el árbol", han expresado desde la localidad.

Tras lo ocurrido, el municipio se ha puesto en contacto con la asociación, que ha decidido retirar el árbol. El presidente de la asociación, Jürgen Hakkel, ha explicado que "nos aconsejaron retirar el árbol y lo hicimos". No obstante, desde el Ayuntamiento de Ganderkesee han subrayado que "en ningún momento hubo una orden para retirar el árbol".

Plantan un nuevo árbol de forma anónima

Sin embargo, la historia no ha quedado ahí. De repente, en el mismo lugar, ha aparecido un nuevo árbol, en este caso un manzano en espaldera. El árbol ha sido plantado de forma anónima. Ante el revuelo causado, la localidad se ha puesto en contacto con los padres que llevan a sus hijos a la guardería.

"El resultado más importante: el árbol, que evidentemente no es idéntico al primer ejemplar, permanecerá ahora en el lugar. Dado que la espaldera situada junto a la entrada de la guardería no crecerá ni en altura ni en anchura, el riesgo de poner en peligro el bienestar de los niños, por ejemplo por la caída de frutos u otros efectos, debería descartarse o ser justificadamente bajo", ha señalado un portavoz del ayuntamiento.

En cualquier caso, un jardinero ha salvado la situación al plantar hierba alrededor del nuevo manzano. "Los tomates y el romero desprenden un aroma que no gusta a las avispas", ha asegurado el jardinero Olaf Schachtschneider.