Por qué hay huevos de gallina de diferentes colores
Los huevos marrones contienen un pigmento llamado protoporfirina IX, que se deposita en la cáscara durante su formación en el oviducto de la gallina.

La coloración de los huevos de gallina está determinada principalmente por la genética de la gallina. Cada raza de gallina tiene un código genético específico que influye en el color de los huevos que pone. Por ejemplo, las gallinas Leghorn, conocidas por su plumaje blanco, suelen poner huevos blancos. En contraste, las gallinas de la raza Rhode Island Red, con su plumaje rojizo, ponen huevos marrones. Esta relación entre el plumaje y el color del huevo es una de las primeras pistas para entender la diversidad cromática.
Además de la genética, los pigmentos juegan un papel crucial en la coloración de los huevos. Los huevos blancos carecen de pigmentos adicionales, mientras que los huevos marrones contienen un pigmento llamado protoporfirina IX, que se deposita en la cáscara durante su formación en el oviducto de la gallina. Este pigmento es un derivado de la hemoglobina y se encuentra en mayor concentración en las gallinas que ponen huevos marrones.
Por otro lado, los huevos azules y verdes son el resultado de un pigmento diferente llamado biliverdina. Este pigmento se produce en el hígado de la gallina y se deposita en la cáscara del huevo a medida que se forma. Las gallinas de la raza Araucana, originarias de Chile, son conocidas por poner huevos de color azul debido a la presencia de biliverdina. Cuando este pigmento se mezcla con la protoporfirina IX, el resultado es un huevo de color verde, como los que ponen las gallinas de la raza Olive Egger.
El ambiente y la alimentación también pueden influir en la intensidad del color de los huevos. Aunque no cambian el color base determinado genéticamente, ciertos nutrientes y condiciones ambientales pueden afectar la saturación del color. Por ejemplo, una dieta rica en ciertos minerales y vitaminas puede intensificar el color marrón de los huevos.
Es importante destacar que el color de la cáscara del huevo no afecta su valor nutricional ni su sabor. Los estudios han demostrado que no hay diferencias significativas en la composición nutricional de los huevos blancos y marrones. La percepción de que los huevos marrones son más saludables o sabrosos es un mito que persiste en algunas culturas, pero no tiene base científica.
