Procesan a un revisor del tren por decir "hola" a los pasajeros: "¡Es hora de cambiar esta ley!"
La controversia alcanzó tal magnitud que incluso se pronunció la que en ese momento era la ministra de Movilidad del país.

Un simple "bonjour" (nuestro "hola") ha reavivado el debate sobre las tensiones lingüísticas en Bélgica. El gesto, que para algunos podría parecer trivial, ha sido el detonante de una controversia que ha dado mucho de que hablar en ese país.
En diciembre pasado, tal y como explica el medio BFM Business, un maquinista de la compañía ferroviaria belga SNCB fue objeto de una reclamación tras dirigirse a los pasajeros en francés mientras circulaba por Vilvoorde, una localidad situada en la región flamenca, donde el idioma oficial es el neerlandés.
Durante el trayecto por esta zona, el conductor saludó primero con un "Goeiemorgen" ("buenos días" en neerlandés), seguido de su versión en francés. Este uso de ambas lenguas fue considerado inapropiado por un pasajero, que decidió presentar una queja formal.
La empresa ferroviaria confirmó que el trabajador había incumplido las disposiciones lingüísticas vigentes. Según la normativa, los anuncios hechos por los empleados deben ser únicamente en neerlandés cuando el tren se encuentra en territorio flamenco. Las pantallas informativas también deben ajustarse a este criterio. En Bruselas, se permite el uso de francés y neerlandés. Una excepción se aplica en los trenes que van al aeropuerto de la capital, donde se utilizan cuatro idiomas: neerlandés, francés, alemán e inglés.
El conductor, Ilyass Alba, conocido por compartir con regularidad contenido relacionado con su labor ferroviaria en redes sociales (acumula más de 53.000 seguidores en Facebook), se vio en el centro de un debate de gran alcance.
La controversia alcanzó tal magnitud que incluso la entonces ministra de Movilidad se manifestó públicamente, abogando por una aplicación más flexible de las normas lingüísticas. Un tema especialmente delicado en Bélgica, donde flamencos y francófonos conviven bajo una fuerte separación cultural.
Sin embargo, ni el respaldo político ni el apoyo del director de la SNCB evitaron que la prensa neerlandófona informara recientemente que la Comisión Permanente de Control Lingüístico consideró válida la denuncia.
"El conductor del tren se dirigía a cada pasajero en neerlandés y francés (goedendag bonjour), o exclusivamente en francés (bonjour); El conductor del tren respondió al demandante exclusivamente en francés: 'Por favor'. Por lo tanto, se reconoce que la denuncia está fundada", recoge el sitio web de dicha Comisión, que recuerda además que "las leyes sobre el uso de las lenguas en materia administrativa son leyes de orden público. Esto significa, entre otras cosas, que la orientación al cliente no es una motivación suficiente para no cumplirla".
Desde su perfil en Facebook, Ilyass Alba expresó su frustración: "¡Qué Bélgica! Entiendo que un viajero presentaría una queja por esto, con el fin de proteger su lengua materna. Pero el hecho de que una Comisión esté de acuerdo con él cuando los viajeros vienen de todo el mundo a visitar Bélgica es un signo de cerrazón por parte de una pequeña élite flamenca. ¿Cómo podemos prohibir a un capitán que reciba a clientes y viajeros con dos idiomas?", se pregunta.
"¿Qué es lo que pasa para pensar así? ¿No podemos tener la mente abierta? ¿Logrará una parte de Flandes desprenderse del pasado unilingüe de Bélgica y hacer las paces consigo misma? ¿Qué respeto por estos francófonos cuando el tren cruza Flandes? ¿No podemos saludar a todo el mundo en los dos idiomas directamente?", continúa. "¡Es hora de cambiar esta ley!".
¿Y qué consecuencias afronta el maquinista? Según RTBF, "no mucho, tal vez una advertencia; una advertencia que también se dirige a la SNCB, a la que se le pide que aplique las reglas lingüísticas". Por su parte, la compañía ferroviaria afirma que el expediente está cerrado y que no ha impuesto ninguna sanción al empleado.
