Revelan los gastos ocultos de las casas italianas de 1 euro: "Saqué cinco camiones de escombros"
"Pagas 1 euro por la propiedad, pero inmediatamente aparecen otros costes", advierte.
Italia sorprendió al mundo en 2017 con una iniciativa tan llamativa como polémica: el proyecto 'Casas a 1 euro', por el que distintos municipios ofrecen viviendas abandonadas por este precio simbólico con el fin de revitalizar comunidades golpeadas por la despoblación, un proglema que amenaza al entorno rural.
Miles de curiosos de todo el planeta han puesto los ojos en el proyecto, y algunos se han atrevido a dar el paso. Sin embargo, muchos han denunciado que la situación no era tan ideal como parecía en un principio, reportando desde condiciones demasiado estrictas hasta un estado pésimo de conservación.
Sobre este último problema se ha quejado también un británico de 32 años. El hombre, que vive entre Londres y Sicilia, adquirió dos casas por un euro cada una en apenas dos años. Pero lo que parecía una oferta único le acabó costando un disgusto muy grande.
"En 2022 compré mi primera casa y en julio de este año la segunda. Mucha gente piensa que es una ganga, pero lo cierto es que una casa de 1 euro acaba costando unas 4.000 euros", relata el afectado a Observator.
Los costes ocultos que convierten el "sueño italiano" en una pesadilla
El precio simbólico es solo una fachada, critica el británico: "Pagas 1 euro por la propiedad, pero inmediatamente aparecen otros costes". Entre ellos destacan varios: una comisión de agencia de unos 570 euros; el notario, que ronda los 3.000 euros; gastos administrativos de hasta 200 euros; un certificado energético por otros 200 euros; y planos de la vivienda que suman alrededor de 80 euros.
Además, asegura que "muchas de estas casas no tienen agua", lo que añade gastos de una cuantía muy significativa: "Un contador nuevo cuesta 700 euros y luego hay que instalar una tubería principal, otros 700 euros. Por eso siempre digo que una casa de 1 euro cuesta en realidad 4.000".
De hecho, la primera casa que adquirió estaba prácticamente en ruinas, con graves daños estructurales tras el terremoto de 1968: "Necesitaba una reforma completa. La luz, el agua, el tejado, el baño, la cocina… todo tuvo que rehacerse desde cero. Saqué cinco camiones de escombros antes de poder ver cómo era la casa".
No obstante, ha encontrado una técnica para abaratar el proceso. En este sentido, revela que, aunque el presupuesto inicial era de 17.000, apenas lleva gastados 1.100 y confía en que no superará los 5.700: "Recibí materiales gratis. Mucha gente construye, tiene materiales sobrantes y no tiene nada que hacer con ellos. Yo los comparto y los uso. Lo hago de forma económica, pero eficiente".
La segunda vivienda, más pequeña y sin grietas, fue mucho más asequible. "También necesita un techo nuevo, pero es más pequeño y no tiene ninguna grieta. Por eso la compré de inmediato", cuenta. Para esta obra se ha fijado un presupuesto de 10.000 euros, aunque cree que gastará la mitad haciendo gran parte del trabajo por su cuenta.