Se llevan las manos a la cabeza por lo que se arroja en carreteras: "Recogimos 52 botellas de orina a lo largo de 300 metros"
Según datos citados por la Diro, el 49% de los franceses afirma sentirse indignado ante la basura en espacios públicos, pero más de uno de cada cuatro admite haber tirado residuos al suelo alguna vez.

La acumulación de basura en las carreteras de Bretaña y Países del Loira ha alcanzado niveles tan preocupantes que las autoridades francesas han decidido pasar a la acción. La Dirección Interdepartamental de Carreteras del Oeste (Diro) ha anunciado un refuerzo de los controles y medidas más estrictas después de registrar episodios insólitos que ilustran la gravedad del problema.
Uno de ellos, especialmente llamativo, tuvo lugar en septiembre, cuando un equipo de mantenimiento encontró 52 botellas de orina en apenas 300 metros. “Nunca te acostumbras”, reconoció un trabajador del centro de Héric, en el departamento 44, a le telegramme. "Recogimos 52 botellas de orina a lo largo de 300 metros", aseguró.
Para los agentes encargados del mantenimiento, las escenas se repiten a diario: latas, envases, plásticos, restos de comida e incluso residuos sanitarios. Los trabajadores de la Diro denuncian que estos actos de incivismo no solo degradan el entorno, sino que les obligan a realizar intervenciones peligrosas, muchas veces a pie, junto a vehículos que circulan a más de 100 km/h. “La acumulación de objetos lanzados por la ventanilla multiplica riesgos de accidente”, subrayan desde el área de desarrollo sostenible del organismo.
Las cifras que maneja la Diro dibujan una situación alarmante. En los 1.430 kilómetros de la red nacional de Bretaña y Países del Loira, se recogen hasta 500 kilos de residuos por kilómetro cada año. Solo en 2023, la limpieza de carreteras y áreas de descanso costó alrededor de 100.000 euros, y los equipos realizaron unas 28.000 intervenciones, lo que supone una media de cuatro actuaciones diarias en cada centro.
Los trabajadores reconocen que la situación ha empeorado. En zonas como la RN12, la RN165 o la circunvalación de Rennes, la acumulación de basura es constante. Muchos agentes lamentan que el tiempo que deberían dedicar al mantenimiento vial se esté desplazando casi por completo a la retirada de desechos.
Ante esta escalada, la Diro pondrá en marcha un plan de control reforzado que incluirá cámaras de vigilancia, dispositivos trampa y operativos coordinados con las fuerzas del orden. El objetivo es claro: identificar a los autores y frenar una conducta cada vez más extendida.
Las sanciones previstas son contundentes. Tirar basura desde un vehículo puede suponer una multa de 135 euros, que puede llegar a 1.500 euros en casos más graves. En vertidos de mayor envergadura, la cuantía puede alcanzar los 3.000 euros, incluyendo el decomiso del vehículo cuando este se utilice para cometer la infracción.
Según datos citados por la Diro, el 49% de los franceses afirma sentirse indignado ante la basura en espacios públicos, pero más de uno de cada cuatro admite haber tirado residuos al suelo alguna vez. Una brecha que las autoridades esperan reducir con controles más estrictos y multas disuasorias.
