Se queda mirando a una empleada de supermercado durante 12 horas y la policía no hace nada

Se queda mirando a una empleada de supermercado durante 12 horas y la policía no hace nada

Los agentes tuvieron que acudir al negocio ante el temor del gerente. Los hechos han tenido lugar en Italia.

Un supermercadoGetty Images

Los supermercados se han puesto de moda. En España, los establecimientos de Mercadona han recibido en estas últimas semanas masivas visitas porque, supuestamente, la gente va a una hora concreta a hacer la compra... y a buscar el amor. 

Un quedada 'viral' que ha provocado muchas risas y decenas de miles de vídeos en TikTok o Instagram. Pero no siempre lo que ocurre en los supermercados hace gracia o resulta consentido.

En un establecimiento de Ferentino, en la región del Lacio (Italia), un hombre de unos cincuenta años se pasó casi doce horas mirando constantemente a una dependienta que, según cuenta ilmessagero.it, tiene unos veinte años y llevaba trabajando en el negocio desde hacía unos meses. 

Según algunos testigos, desde el primer día que fue al supermercado a comprar y vio a la chica, el hombre de 50 años empezó a mirarla fijamente y a "enamorarse" de ella. No contento con el encuentro casual, según algunos testimonios, el empleado siguió frecuentando asiduamente el negocio.

Un comportamiento que habría continuado durante algunas semanas hasta que, el otro día, el hombre fue demasiado lejos. Entró al supemercado y estuvo durante casi doce horas deambulando por los pasillos con la mirada fija en la trabajadora. El comportamiento extrañó alertó al gerente del supermercado, que decidió llamar a la policía.

Los agentes preguntaron al hombre de Ferentino los motivos de su presencia. Y fue entonces cuando el hombre de 50 años contó a la Policía que se enamoró de la joven y que le había dejado "notas de amor". Tras esto, la policía echó al hombre y le advirtió de que sólo permaneciera dentro del supermercado el tiempo suficiente para hacer la compra. No fue denunciado, sólo reprendido para que no molestara a la chica. 

El hombre, incluso, hasta le compró pequeños obsequios sin ser correspondido. La joven trabajadora, de hecho, nunca le devolvió la mirada y confesó a sus compañeros que nunca se dio cuenta de que toda esa atención era para ella.