Si encuentras este cartel en el fondo de tu jarrón medio olvidado, acabas de ganar 20.000 euros

Los coleccionistas de objetos están dispuestos a pagar grandes sumas de dinero por los artículos que consideran valiosos. Existen coleccionistas de casi todo: monedas, billetes, sellos, cromos, llaveros, minerales… y hasta de jarrones.

Respecto a ese último ámbito cabe destacar que existen jarrones por los que se pagan miles de euros. Esos objetos se tasan a través de los sellos y marcas realizadas por el fabricante en el jarrón.

Esos pequeños carteles pueden dar una información muy relevante, como la antigüedad, el diseñador o el material con el que se ha realizado el objeto. El dato más importante es el de la fecha de fabricación, ya que es el que, en gran parte, determina el valor del artículo para los coleccionistas.

En ese sentido, el especialista en antigüedades de Hagelstam & Co., Tuomas Rossi, ha explicado, en declaraciones al medio finlandés Ilta-Sanomat, que “la producción temprana en buen estado interesa mucho más a los coleccionistas que los objetos fabricados en la década de 2020, que todavía se pueden comprar en los minoristas”.

El experto ha destacado que uno de los jarrones más buscados por los coleccionistas es el clásico de Alvar Aalto, un jarrón de Saboya de 14 centímetros de altura soplado en un molde de madera con el grabado Karhula 22 IX 37.

Quien encuentre ese sello en su jarrón, podrá ganar hasta 20.000 euros. “Se trata de un jarrón distribuido a la prensa en Karhula en 1937, que actualmente puede valer unos 20.000 euros, mientras que un jarrón de la misma época sin marcas suele rondar el 20-30% de ese valor”, ha precisado el experto.