Sorpresa entre los científicos ante el tesoro submarino único encontrado bajo las calles de esta capital europea
Los expertos han logrado mapear 5,8 kilómetros de ruta.
Un verdadero tesoro natural en el corazón de Budapest (Hungría). Tal y como informa el periódico Presse-Citron, pocas personas saben en la capital húngara que un pequeño y discreto estanque de nenúfares alberga una red de 6 kilómetros de cuevas submarinas. Bautizadas como las Cuevas de Molnár János, fueron descubiertas en el siglo XVII.
De este modo, en su interior, los científicos y buceadores experimentados pueden adentrarse en una aventura acuática en aguas cristalinas a 27 grados. Su presencia y el agua caliente tienen una misma raíz: las aguas termales de la ciudad de Budapest han dado lugar a que se formen galerías enteras bajo las calles de la ciudad.
De momento, los expertos han logrado mapear 5,8 kilómetros de ruta. Pero, según los mismos, en una información recabada por el medio, aún queda mucho por descubrir, y la cueva en cuestión, podría extenderse por un total de 8 kilómetros. Asimismo, con el objetivo de que los buzos no se pierdan, se han instalado líneas, "cuidadosamente estiradas". Gracias a estas, se puede viajar por la gruta sin perderse en caso de que la visibilidad sea nula.
Tal y como reza la publicación del periódico francés, este lugar es "un auténtico laberinto que alberga una gran variedad de paisajes, en cuanto a colores y tipos de paredes, con sus minerales y cristales". En el interior, se han encontrado algunas especies. Unos investigadores de la Universidad de Loránd Eötvös (ELTE) de Budapest filmaron algunos especímenes.
A través del estudio de los genomas, los investigadores confirmaron varios descubrimientos de especies por derecho propio y "buscaron comprender la historia de nuestro planeta y sus diferentes especies". Con ello, "se pueden conocer algunas de las especies que se encuentran en la Tierra desde hace miles de años (en el lugar existía un océano hace millones de años)".
En la actualidad, y desde 2015 existe una escuela de buceo para aquellos que quieran adentrarse en el interior de la cueva. No obstante, para nadar sus aguas, se precisa un nivel Advanced Open Water Diver, una certificación que requiere largos meses de práctica (mínimo un centenar de inmersiones). Por lo tanto, la exploración de los rincones más remotos de las galerías queda reservada exclusivamente a la élite de la espeleología submarina.