Surge una nueva profesión tras el auge de los rascacielos altísimos: las personas que llevan comidas a pisos superiores
No hay contratos de trabajo, "ni nada por el estilo".

En los últimos años, las grandes ciudades crecen para arriba y no para abajo. Con el aumento de la presencia de rascacielos ha surgido una nueva profesión. Se trata de un nuevo trabajo que se ha puesto de moda en China, y que aunque no genera un salario ejemplar, supone "un buen ingreso adicional" para muchos jóvenes. El diario estadounidense The New York Times, en una información recogida por el periódico Meinmmo, describe la vida cotidiana de los mensajeros de "última milla" que son los responsables de repartir comida y paquetes en estos altos edificios.
De este modo, estos trabajadores se ofrecen como "sustitutos de entrega". Es decir, toman el pedido que traen los repartidores y los reparten en las puertas de los grandes edificios. Por cada servicio obtienen un beneficio de alrededor 2 yuanes (0,24 euros). "Una oferta para las personas que quieren ganar un poco de dinero extra", por lo que no hay contratos de trabajo, "ni nada por el estilo".
Tal y como reza la publicación, estos trabajadores ingresan una media de 12 euros al día. Como comparación, el salario medio en ciudades como Pekín o Shanghái es de unos 12 euros. "Hay suficientes pedidos para todos, y la mayoría de los conductores no son exigentes".
No obstante, en algún que otro momento, la situación se ha vuelto "difícil". De acuerdo a la información difundida, un grupo de "niños trabajadores" entró en los rascacielos. Algunos de ellos, todavía en edad de escuela primaria, que sus padres, habían obligado a realizar estos trabajos para "endurecerlos". Los videos en las redes sociales en ese momento mostraban a docenas de niños asediando a los proveedores y pidiendo pedidos en voz alta y gritando. Por todo esto, en China, el trabajo sólo está permitido a partir de los 16 años.
