Tiene 26 años, tres casas en Madrid que da a los sintecho y es de valorar la forma con la que ha conseguido el dinero
Una combinación de compromiso personal, austeridad y años de dedicación.
En España, miles de personas siguen enfrentándose cada noche a la dureza de la calle por la ausencia de una vivienda digna donde vivir. La falta de recursos y de alternativas reales sitúa a muchos en una espiral de precariedad de la que resulta difícil escapar. Frente a este panorama, surgen iniciativas que buscan abordar el problema de raíz, combinando solidaridad y compromiso personal.
Una de las más inspiradoras es la de Javier Cascón, un joven navarro de 26 años que ha convertido su vida en un ejemplo a seguir: ha comprado tres pisos en Madrid para ofrecerlos como hogar a personas sin techo. Su iniciativa, que ha captado la atención de miles de seguidores en redes sociales, nace de una combinación de compromiso personal, austeridad extrema y años de dedicación al voluntariado.
Sin provenir de una familia acomodada, Cascón reconoce que tras convivir durante tres años con personas sin hogar en la Fundación Lázaro, comprendió que las soluciones habituales no atacaban las raíces del problema, y decidió apostar por algo más ambicioso: convertirse en propietario para ceder esos pisos de manera gratuita a quienes carecen de techo. Este periodo de tiempo fue crucial para reforzar su perspectiva sobre esta problemática.
Una iniciativa solidaria
Para financiar su proyecto, Cascón destina la totalidad de sus ingresos a la compra de inmuebles. “Todo mi salario va para estos pisos; llevo seis años sin comprar nada de ropa, salía a comer con mis amigos y me llevaba la comida en un tupper; me han invitado a congresos y no me pagaban el hotel, pues dormía en la calle, así pasé tres noches en Estados Unidos”, explica Cascón en una entrevista con el influencer Nacho Pla.
Con este nivel de austeridad, en menos de un año logró reunir 30.000 euros para la entrada de su primer piso, localizado en Pinar de Chamartín y valorado en 75.000 euros. El impulso económico se vio reforzado por la publicación de su libro ‘Amén sin Tilde’, con el que recaudó fondos adicionales y movilizó a donantes particulares. Así como para aumentar sus ahorros llegó a combinar hasta cuatro trabajos simultáneos.
Esto le permitió adquirir en febrero de 2024 un segundo piso en Carabanchel valorado en 100.000 euros mediante un préstamo personal, del que aún le quedan por devolver aproximadamente 60.000 euros. En lo que va de 2025, su tercera compra asciende a 149.000 euros, ampliando así a tres el número de hogares disponibles para personas en situación vulnerable.
A través de convenios con trabajadores sociales y entidades locales, selecciona a los futuros inquilinos, fijando con ellos objetivos de inclusión laboral, aprendizaje de idiomas y asistencia a programas formativos. Además, en su propio hogar comparte piso con personas que están recuperándose de situaciones de exclusión, manteniendo así viva la esencia de su proyecto. Por ahora, su propósito es consolidar estos hogares y explorar nuevas fórmulas para que este modelo de solidaridad pueda replicarse en otras ciudades.