Timoteo Arranz, 80 años, deja la prejubilación para ser el alcalde, jardinero, fontanero y electricista de su pueblo
"Un alcalde debe ser también un fontanero, un electricista y una manitas a domicilio", ha asegurado.

Timoteo Arranz (PP), no solo es alcalde, sino que también es "jardinero, fontanero y electricista" de su pueblo, según explica al diario Soria Noticias, donde ha contado en una entrevista en exclusiva cómo es su día a día tras llevar dos décadas dirigiendo el Ayuntamiento de Liceras.
Según ha podido contar al diario local, su filosofía de trabajo se basa en tres puntos principales: la vocación de servicio, el trabajo conjunto y la búsqueda del consenso. La idea de presentarse como alcalde no vino sola, pues según ha explicado, lo hizo porque "el pueblo" se lo "pidió".
"He sabido inculcar a mi pueblo que nadie te regala nada, que lo que no hagas tú no te lo van a hacer. Si sacas un euro, hay que estirarle, hay que sacarle jugo, y para ello el trabajo lo tienes que hacer tú", dice el dirigente popular, que afirma que él es el primero en dar ejemplo. "Un alcalde debe ser también un fontanero, un electricista y un manitas a domicilio", agrega.
Uno de los problemas que solucionó durante sus diferentes legislaturas es el del agua. "No podíamos beberla porque estaba contaminada por arsénico y, después de una lucha larga y una inversión de medio millón de euros, podemos abrir el grifo tranquilamente", afirma el hombre.
"En los pueblos no somos analfabetos y queremos que nos gobierne alguien del pueblo, alguien que sienta lo mismo que siento yo, que pise la calle como la piso yo", ha sentenciado. Su objetivo ahora, según ha defendido finalmente, es encontrar a un posible sustituto que realice los mismos esfuerzos por el pueblo que él mismo hizo durante su trayectoria.
