Torre Pacheco se parapeta en el miedo: “Queremos la paz”
Diez detenidos y 80 identificados en el municipio murciano por los altercados. La Guardia Civil carga contra un grupo de jóvenes marroquíes en la cuarta noche de disturbios. Los imanes de la localidad piden a los jóvenes que se queden en casa.

Antes de que se haga de noche, la localidad murciana de Torre Pacheco se parece más a un desierto que a una ciudad de unos 40.000 habitantes. Persianas bajadas, calles medio vacías y un cordón policial que marca los límites del barrio de San Antonio, convertido los últimos cuatro días en el epicentro de los disturbios alentados por grupos de ultraderecha que, en plataformas como Telegram o a través de las redes sociales, organizan "cacerías" del inmigrante en un municipio que tiene alrededor de un 30% de población extranjera. Sin embargo, también este lunes, el despliegue de seguridad no ha sido suficiente.
Pasada la medianoche, cerca de medio centenar de jóvenes de Torre Pacheco, algunos de ellos con el rostro cubierto, se han concentrado en un descampado de la localidad. La reunión ha terminado con el lanzamiento de botellas de cristal a los agentes de la Guardia Civil, que ha respondido con cargas y el lanzamiento de pelotas de goma hasta lograr que el grupo de manifestantes se replegase por las callejuelas del barrio, bajo la vigilancia de los drones y los agentes desplegados: 90 guardias civiles a los que se sumarán otros 45. No ha habido heridos ni detenidos, pero la tensión en Torre Pacheco sigue sin apagarse.
Las escenas de disturbios y enfrentamientos se repiten desde que el pasado miércoles un vecino de 68 años, Domingo, recibiera una paliza cuando paseaba junto al cementerio de la localidad murciana. La agresión, que varios grupos de ultraderecha han aprovechado para alterar la vida de esta localidad agrícola del Campo de Cartagena con sus discursos de odio y la organización de "cacerías" de inmigrantes, ya cuenta con los tres jóvenes de origen magrebí implicados en el ataque, detenidos. El último, arrestado este lunes por la tarde en la ciudad de Errentería, en el País Vasco, cuando intentaba huir a Francia.
El balance provisional de los cuatro días de disturbios en Torre Pacheco ha dejado hasta el momento unos diez detenidos: tres vinculados a la agresión al anciano del miércoles y otras siete por delitos de odio, lesiones y altercados. Además, se han identificado a unas 80 peronas y se han propuesta una treintena de sanciones. La mayoría de los implicados en los altercados ha llegado desde fuera de la Región de Murcia. “Seguimos trabajando para proteger la convivencia y la seguridad de todos los vecinos de Torre Pacheco. No vamos a permitir que grupos radicales, ajenos al municipio, pongan en riesgo la paz social”, ha escrito en redes la delegada del Gobierno, Mariola Guevara.
La misma tarde del lunes, varios imanes salieron a la calle para pedir a los jóvenes que regresaran a casa. Lo hicieron en pleno barrio de San Antonio, con permiso de la Guardia Civil, temiendo que la llegada de grupos ultras acabara en un enfrentamiento abierto. “Queremos la paz. Volved a casa para evitar conflictos. Esta noche pueden venir personas que solo buscan lío y no queremos que pase nada”, les pidieron, en un intento por frenar la escalada de tensión que vive la localidad desde el pasado miércoles.
“Esto ya no es nuestro pueblo”
De día, Torre Pacheco aparenta normalidad. Las tiendas regentadas por ciudadanos marroquíes en San Antonio abren con normalidad, los bares sirven cafés y los periodistas toman posiciones. Pero la calma es frágil. “Estamos horrorizados porque la tranquilidad se va al garete en cuanto se hace de noche”, apunta Hanza, un vecino de origen magrebí, en declaraciones recogidas por la Agencia EFE, a la que también asegura que los disturbios han sido provocados por “grupos nazis movilizados desde fuera de la Región de Murcia”.
Abdel, otro residente del barrio pachequero, coincide con él: "Mi familia tiene miedo. No se puede salir. La policía no da abasto y algunos se echan atrás". También está de acuerdo Abdelaziz, que lleva más de una década en Torre Pacheco y trabaja como autónomo, que lamenta toda esta situación: “Estamos muy mal. Tenemos miedo por nuestros hijos, nuestros mayores. En un país democrático no se puede tolerar esto”.
Una vecina de Torre Pacheco, según recoge Europa Press, lanza un reproche directo a las instituciones: “Los gobiernos tenían que haber actuado antes. Esto se veía venir. Han dejado entrar a todo el mundo al pueblo y ahora pasa lo que pasa: coches rotos, peleas y miedo”. Otro vecino también denuncia la falta de presencia policial y lo que considera una gestión tardía: “Hace falta policía andando por las calles. Que se vea. Que actúe”.
También una mujer inmigrante ha relatado a Europa Press el impacto que están teniendo los altercados de Torre Pacheco en su familia: “A mi niña pequeña, pues la noche no duerme. Estamos fatal. Tengo miedo de que le pase lo mismo que al señor mayor”, dice.
Un conflicto convertido en campo de batalla política
La escalada de tensión en las calles de Torre Pacheco se ha trasladado al tablero político nacional, con un feroz cruce de acusaciones entre los principales partidos políticos.
El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha señalado directamente a Vox por “hablar de inmigración criminal” y por lanzar “llamamientos y acciones fuera de la ley” como las que se están viendo en Torre Pacheco. Ha advertido de la llegada de “grupos organizados” a la localidad, tras detectar la entrada de más de 20 vehículos con “elementos peligrosos” como palos y defensas extensibles. Y ha anunciado el refuerzo del operativo con 45 guardias civiles más, ante nuevas convocatorias difundidas en redes sociales.
Desde Moncloa, el presidente del Gobierno ha querido marcar distancia con firmeza. “España es un país de derechos, no de odio. El racismo es incompatible con la democracia”, ha escrito Pedro Sánchez en redes sociales. Ha pedido “alzar la voz, actuar con firmeza y defender los valores que nos unen” tras los episodios de violencia vividos en el municipio murciano.
El presidente de Vox, Santiago Abascal, ha asegurado que la solución a lo que ocurre en Torre Pacheco pasa por “las deportaciones masivas de ilegales y deportaciones de quienes, siendo legales, cometen delitos”. Además, ha cargado tanto contra el PP como contra el PSOE, a quienes responsabiliza de la situación por haber promovido políticas de “inmigración masiva”. Las “consecuencias violentas”, ha dicho, son “responsabilidad exclusiva” de ambos partidos.
Desde el Partido Popular han optado por responsabilizar al Ejecutivo de la situación. Alberto Núñez Feijóo ha acusado al Gobierno de “dejación de funciones” y ha ironizado: “Es imposible solucionar los problemas de Torre Pacheco desde Wimbledon”, en alusión al viaje del ministro Marlaska a la final del torneo. Borja Sémper ha querido marcar perfil propio: “Estaremos enfrente de quienes quieren apagar un incendio con más gasolina”. Isabel Díaz Ayuso ha cargado también contra el Gobierno: “Cuando gobierna la izquierda, la inseguridad ciudadana crece”, ha afirmado ante los medios. Y ha exigido una actuación inmediata del Estado.
Desde el otro lado del tablero, las palabras más duras han llegado desde Sumar. Su portavoz, Lara Hernández, ha pedido investigar el vínculo entre los discursos de Vox y los ataques racistas sufridos en Torre Pacheco. “Queremos aclarar cuál es la conexión entre esos discursos de odio y lo que ha pasado este fin de semana”, ha señalado. Pablo Fernández, secretario de Organización de Podemos, ha anunciado que denunciarán ante la Fiscalía a varios cargos de Vox “por alentar la violencia, compartir bulos y difundir incluso vídeos de linchamientos”.
