Un estudiante de una universidad española consigue que le aprueben su TFM pero le cuesta una visita por los tribunales
Casi una década después de haberlo presentado y defendido.

Un estudiante del Máster Universitario en Auditoría de Cuentas de la Universidad de Alcalá ha visto reconocido su Trabajo de Fin de Máster (TFM) casi una década después de haberlo presentado y defendido. Y lo ha conseguido gracias a una sentencia judicial que obliga al centro a otorgar validez oficial a la calificación obtenida en 2016.
El caso, resuelto por el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo nº31 de Madrid, ha obligado a la institución académica a rectificar y reconocer el TFM de Jaime —nombre ficticio—, que tuvo que acudir a los tribunales después de que la universidad rechazara incorporar su nota al expediente.
Jaime se matriculó en el máster en el curso 2015/2016, año en el que decidió presentar y defender su proyecto final. Entregó el TFM en mayo de 2016 y lo defendió y aprobó en julio. Sin embargo, su última asignatura no la superó hasta el curso 2022/2023. Fue entonces cuando solicitó a la universidad que incorporase la calificación del TFM a su expediente.
La universidad no cede
Según ha publicado Confilegal, La respuesta del centro fue tajante: reconocían que el trabajo había sido presentado, pero se negaban a emitir cualquier certificado de validez alegando que “los criterios” habían cambiado desde entonces.
Ante la negativa, Jaime acudió al Defensor del Alumno, quien confirmó que ninguna norma prohibía defender el TFM antes de haber superado todas las asignaturas. Aun así, la postura de la universidad no varió.
La situación llevó al estudiante, representado por la abogada Silvia Campaña Piquer, a acudir a los tribunales. En la demanda, la defensa señalaba la incoherencia del centro ya que permitieron la defensa y emitieron un acta, pero años después negaban su validez.
La Universidad de Alcalá pidió la desestimación del caso, argumentando que el acta de la profesora que evaluó el TFM “no cumplía las formalidades reglamentarias” y que debía exigirse una nueva defensa pública, además de subrayar que el estudiante aún tenía asignaturas pendientes cuando defendió el trabajo.
La jueza tumba los argumentos de la universidad
La magistrada Raquel Silvestre Vercher, en la sentencia 296/2025, ha dado la razón al estudiante. En su resolución, subraya varios puntos clave como que la profesora que evaluó el TFM indicó que en aquella época era habitual evaluar sin comisión y sin defensa pública formal, por lo que exigir ahora nuevos requisitos sería contrario a los principios de buena fe y confianza legítima.
Tampoco puede justificarse la falta de validez del TFM alegando cambios de plantilla ya que la Administración debe garantizar un servicio continuo y coherente. Por último, la universidad no pudo acreditar que la guía docente exigiera tener aprobadas todas las asignaturas para presentar el TFM.
Con estos argumentos, el juzgado estima íntegramente el recurso, reconoce la validez del TFM defendido en 2016 y condena a la Universidad de Alcalá a incorporarlo al expediente del estudiante, además de imponerle las costas del proceso.
