Desde hace mucho tiempo sabemos ya que el estado de nuestro intestino ofrece muchas pistas sobre nuestra salud y nuestro bienestar. Así, las heces, o deposiciones, no solo son un reflejo de lo que comemos sino también un espejo de nuestro organismo. Es por eso que muchos especialistas creen que el momento exacto en el que uno va al baño es más importante de lo que podemos llegar a creer.

Según el gastroenterólogo Kenneth K. Koch, el mejor momento para ir al baño es por la mañana, nada más despertarse. ¿Por qué? Porque durante la noche el sistema digestivo sigue trabajando, procesando todo lo que se ha comido el día anterior, por lo que al despertarnos tenemos el cuerpo preparado para eliminar ya los desechos. "Nuestros intestinos agradecen la rutina", comenta este especialista.

Es verdad que mantener una rutina no siempre es sencillo, pero según este experto es recomendable tratar al menos de aproximarse lo máximo posible. Si no se puede hacer al despertarse, al menos reservar un hueco siempre por la mañana.

Este especialista avisa también de que hay que estar muy atento a las sensaciones. Es decir, hay muchos aspectos que pueden cambiar nuestro tránsito intestinal, como el ejercicio, el estrés o incluso un café por la mañana. Los cambios, por sí solos, no son motivo de preocupación, pero sí hay que estar alerta ante dolores, calambres u otros síntomas, ya que podrían revelar la existencia del síndrome de colon irritable, Crohn o cualquier otra afección.

En todo caso, nada está escrito. Puede ser igual de bueno ir tres veces al baño a la semana como tres veces al día. El asunto es estar alerta ante los cambios repentinos de rutina.