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Un perro se choca contra un coche y la que demanda a todo el mundo no es la dueña del animal ni el conductor

Un perro se choca contra un coche y la que demanda a todo el mundo no es la dueña del animal ni el conductor

Asegura haber sufrido heridas graves y permanentes, con lo que ha denunciado a todos los implicados.

Un joven perro golden retriever salta al maletero de un coche blanco con portón trasero.
Un joven perro golden retriever salta al maletero de un coche blanco con portón trasero.Getty Images

En la década de 2010, los maleteros con apertura automática mediante un movimiento del pie bajo el parachoques trasero se popularizaron en los automóviles de media y alta gama. La innovación prometía la comodidad de poder abrir el maletero sin usar las manos, algo especialmente útil al cargar bolsas de la compra o equipaje. 

Sin embargo, esta característica puede esconder riesgos insospechados. Esa es la base de la demanda que Megan Kohr, una residente de Nueva Jersey, ha presentado contra Volvo Car USA, acusando a la marca de negligencia por un presunto mal funcionamiento del sensor del maletero. 

Según la denuncia, presentada en octubre de 2025 ante el Tribunal Superior de Nueva Jersey, en el condado de Ocean, y recogida por Carscoops, el animal activó el sensor de movimiento situado bajo el parachoques, lo que hizo que el maletero automático se abriera y golpeara a Kohr en la cabeza

Según la denuncia, Kohr sufrió heridas graves, de carácter serio y permanente, así como un dolor intenso y una gran angustia emocional, lo que la dejó incapacitada para llevar a cabo sus actividades cotidianas y laborales. Por ello, solicita una compensación económica por los gastos médicos, la pérdida de ingresos y el sufrimiento prolongado.

Un sistema pensado para la comodidad que se convierte en riesgo

El llamado "portón manos libres" fue concebido como una solución práctica para abrir o cerrar el maletero con solo mover el pie bajo el parachoques trasero. Este sistema, presente en modelos como el Volvo XC60, XC90, EX90 y V90 Cross Country, utiliza sensores de proximidad que detectan el movimiento y activan el mecanismo eléctrico.

Pero el equipo jurídico de Kohr argumenta que el sistema de apertura manos libres del vehículo no contaba con mecanismos adecuados para prevenir activaciones accidentales, ni con una función de retroceso en caso de detectar un obstáculo, algo que se considera estándar en los sistemas eléctricos modernos.

Así, la denuncia alega que Volvo no advirtió debidamente a los consumidores sobre los riesgos de activación involuntaria y que el diseño del sistema no garantizaba un nivel de seguridad "que cabría legítimamente esperar".

Además de la marca, Kohr ha incluido en la demanda a Jennifer Henry, dueña del perro y compañera de senderismo, así como al conductor del vehículo, que según la denuncia es empleado de Volvo y embajador de la marca. La compañía automotriz, por el momento, ha declinado hacer comentarios.

El tribunal será quien determine si el incidente fue consecuencia de un defecto de fabricación, de un error humano o de un accidente fortuito. En cualquier caso, la demanda pone sobre la mesa la delgada línea entre comodidad y seguridad en la era de la automatización vehicular.

Qué hacer ante un posible defecto de seguridad

En EEUU, los consumidores que sospechen de un fallo de seguridad en un vehículo o componente pueden presentar una queja ante la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras (NHTSA). La agencia define un defecto de seguridad como cualquier "problema que supone un riesgo para la seguridad de un vehículo motorizado y puede presentarse en un grupo de vehículos o equipos del mismo diseño o fabricante."

La NHTSA dispone de una Línea Directa de Seguridad Vehicular (888-327-4236) y un formulario en línea para reportar estos problemas. Según la agencia, las denuncias ciudadanas son fundamentales para detectar fallos sistemáticos y ordenar retiradas de producto por motivos de seguridad.

En Europa, y concretamente en España, la responsabilidad por daños causados por productos defectuosos se rige por el Real Decreto Legislativo 1/2007, que incorpora la Directiva 85/374/CEE. La norma establece que "se entenderá por producto defectuoso aquel que no ofrezca la seguridad que cabría legítimamente esperar, teniendo en cuenta su presentación, el uso previsible y el momento de su puesta en circulación".

Los responsables pueden ser tanto el fabricante del vehículo completo como los productores de los componentes integrados o materias primas. Además, la ley prevé responsabilidad solidaria entre los distintos agentes implicados, de modo que todos pueden ser demandados conjuntamente.

El Tribunal Supremo español, en una sentencia del 14 de julio de 2003, confirmó este principio al establecer que, "si a la producción de los daños concurrieren varias personas, responderán solidariamente ante los perjudicados".

El perjudicado, por su parte, dispone de tres años para reclamar desde que sufre el daño, siempre que conozca al responsable, y los responsables cuentan con un año para ejercitar acciones de regreso entre sí una vez indemnizada la víctima.

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