Una tormenta sobre la localidad gallega de Rodeiro el pasado domingo acabaría siendo noticia de un imprevisible y trágico modo. Allí, mientras la ganadera María Pardo cuidaba de sus vacas lecheras, un rayo causó el caos y acabó con la vida de 27 de sus reses.

El caso ha llegado hasta la prensa alemana, que recoge la historia de María. Porque ella no fue víctima del salvaje aparato eléctrico de la tormenta. Y todo, debido a una prenda especial.

Las vacas se vieron sorprendidas por la tormenta. De hecho, algunos animales cayeron por los grandes charcos. Pero de golpe, un rayo impactó en el pasto y provocó la muerte instantánea de 27 reses. 

En cambio la joven sobrevive ilesa. Su familia atribuye principalmente a las botas de goma que usaba para protegerse de la lluvia y que acabaron protegiéndola de todo lo demás. 

Según explicó María Pardo a medios españoles, a pesar del susto sólo tuvo dolores de cabeza tras el impacto del rayo, razón por la que los doctores decidieron verla en el hospital.

Por fortuna, su vida no corre peligro, pero gran parte de su negocio sí, reconoce. "Todo se ha ido. Trabajas toda tu vida y luego la pierdes en segundos", lamenta con dolor.