Una autoridad española en neurobiología descubre la gran 'poda' que impide aprender idiomas a partir de esta edad
"No se entiende muy bien por qué la naturaleza hace las cosas al revés", asegura el experto.

Uno de las grandes autoridades españolas en materia de neurobiología ha vuelto a ilustrar sobre esta importante área de conocimiento. Se trata del caso de Rafael Yuste, natural de Madrid, pero que ya lleva desempeñando su importante carrera profesional al otro lado del charco, EEUU, las últimas tres décadas.
El experto ha concedido una extensa entrevista a La Voz de Salud de La Voz de Galicia en la que aborda distintas cuestiones sobre este ámbito, entre ellas, por ejemplo, cómo funciona el desarrollo del cerebro humano.
Preguntado sobre si, "al contrario de cómo se construye una casa, ¿nuestro cerebro es una especie de edificio al que le vamos quitando los espacios o habitaciones que ya no utilizamos?", Yuste ha tirado de símiles y metáforas siguiendo ese planteamiento para explicar el funcionamiento del conocimiento o la adquisición del aprendizaje.
¿Por qué cuesta tanto aprender idiomas cuando eres muy mayor?
De esta forma, Yuste ha expuesto que "el cerebro se construye de una manera totalmente contraria a cómo construimos los humanos las cosas" y que "nosotros lo hacemos poco a poco y añadiendo lo que falta, pero el cerebro se asemeja más a cómo un escultor hace una escultura".
Siguiendo esa metáfora, "coge un trozo grande de mármol y va quitando lo que sobra. Así se fabrica el cerebro durante el desarrollo. Se genera una red neuronal que es dos veces o más grande de la final". Y apunta a esa merma.
"Imagínate que cuando empezamos a rodar, de niños, no lo hacemos con tres 'internets' en la cabeza como hablábamos antes, sino con seis. Pero se empiezan a liquidar las neuronas que no necesitas y después hay una poda brutal en la que perdemos la mitad de las conexiones; ocurre alrededor de la pubertad y la adolescencia", desgrana.
El experto también reconoce que "no se entiende muy bien por qué la naturaleza hace las cosas al revés y que "es cierto que, de esta manera, se ajusta el cerebro de cada individuo, de cada animal, al ambiente exacto en el que vive".
Con todo, en esta dinámica radica la clave. "Gracias a esta eliminación de neuronas, si naces en Galicia como tú, aprendes gallego. Pero si con los años quieres aprender chino, ya no puedes o te resultará mucho más difícil", subraya Yuste.
Cómo aprender un idioma de forma fácil cuando somos mayores
Aunque el proceso se hace más complejo con la edad, no es ni mucho menos imposible: aprender una lengua en la adultez sigue siendo un estímulo poderoso para el cerebro. Como apuntan diversos estudios de neurociencia, como apunta la Universidad de Cambridge en su artículo Cómo aprender un idioma nuevo cambia nuestro cerebro, el aprendizaje de una lengua nueva “combina novedad con práctica” y beneficia a todas las edades.
Por lo tanto, nunca es mas momento para empezar a aprender idiomas nuevos. Y si esto es precisamente lo que buscas, allá va unos cuantos consejitos para que el proceso te sea más ameno, con o sin poda de por medio:
Establece una práctica diaria y variada
La investigación muestra que incorporar el idioma con regularidad )aunque sean pocos minutos al día) ayuda a crear y fortalecer conexiones neuronales. Por ejemplo, apenas una semana de aprendizaje de una nueva lengua ya mejora la atención y la memoria, incluso en personas de entre 18 y 78 años.
Por tanto, dedica al menos 10-15 minutos diarios. Alterna entre actividades activas (hablar, escribir) y pasivas (escuchar, leer) para estimular distintos circuitos del cerebro..
Introduce inmersión y contexto significativo
Para el cerebro adulto, las conexiones ya existentes tienden a estar más consolidadas, por lo que aprender "desde cero" exige que el nuevo idioma se conecte con algo que tenga sentido para ti. Ver una película en la lengua meta, escuchar una canción, conversar con un hablante nativo o usar la lengua en situaciones reales proporciona ese contexto que activa la plasticidad.
Utiliza técnicas de repetición espaciada y revisión activa
En adultos, la consolidación de la memoria es más lenta que en niños, por lo que utilizar sistemas que recuerden al cerebro revisar la información justo antes de que se olvide (lo que se conoce como “repetición espaciada”) tiene un alto impacto. Precisamente, las apps de aprendizaje de idiomas se suelen basar en este fundamento.
Socializa y produce, no solo consumas
Un error común es centrarse solo en consumir (audio, lectura) sin producir (hablar, escribir). Pero la producción ayuda al circuito motor-lingüístico y crea conexiones más sólidas. Un estudio sobre adultos aprendiendo lengua nueva publicado en Language Magazine constató que leer o escuchar era más fácil que producir, lo que indica que hay que entrenar la parte productiva.
Participa en conversaciones, grupos de intercambio o incluso diarios personales en la nueva lengua.
Mantén la motivación, pero sé realista con los hitos
Dado que la plasticidad es menor que en la infancia, los progresos pueden ir más lentos. Aceptar que la pronunciación o fluidez absoluta puede tardar más te evita frustraciones. Lo importante es la constancia: cada día que practicas, activarás circuitos neuronales que quizá no se usaban antes. Como apunta Dana Foundation, especializada en el estudio y aplicación de la neurociencia: aunque el cerebro adulto “ya ha trazado caminos”, sigue siendo capaz de adaptarse si se ejercita.
