Una mujer de Talavera recibe una multa de 10.000 euros por arreglar el equipo de música del bar de una amiga
Ocurrió el 11 de diciembre de 2023.

Un simple gesto de ayuda entre amigas estuvo a punto de costarle más de 10.000 euros a la propietaria de un bar en Talavera de la Reina (Toledo). La Inspección de Trabajo de la Seguridad Social interpretó que una mujer de nacionalidad colombiana, sin permiso de trabajo vigente, estaba realizando una actividad laboral sin contrato al reparar de manera puntual el equipo de música del establecimiento.
Sin embargo, una reciente resolución judicial ha revocado la sanción impuesta por la Seguridad Social, dejando claro que los hechos no constituyeron una infracción laboral, y reconociendo de manera explícita que la intervención de la mujer consistió en un acto de buena voluntad y amistad.
Una inspección con consecuencias inesperadas
Los hechos se remontan al 11 de diciembre de 2023, cuando inspectores de Trabajo, acompañados por agentes de la Brigada de Extranjeros, acudieron al bar de Talavera. Allí observaron cómo la mujer, que compartía vivienda con la dueña del local desde principios de ese año, estaba reparando un aparato de música. La presencia de su bolso dentro del mostrador reforzó la teoría de que la trabajadora había sido contratada de manera irregular.
Como consecuencia, el 4 de abril de 2024 la titular del bar fue sancionada con 10.016,85 euros por infracción de la ley sobre derechos y libertades de los extranjeros en España. Tras agotar el recurso de reposición, que fue desestimado, la dueña presentó una demanda ante los tribunales de Talavera de la Reina.
Un acto desinteresado
El 9 de mayo, el juzgado de lo Social de Talavera falló a favor de la propietaria según ha informado El Correo. La magistrada recordó que un contrato de trabajo requiere que los servicios se presten de forma voluntaria y remunerada, bajo la organización y dirección de otra persona. En este caso, no existió retribución, ni horarios ni directrices empresariales.
La jueza subrayó que la reparación del equipo fue un acto de liberalidad, realizado por amistad y buena vecindad, sin vinculación directa con la actividad hostelera del bar. Los testigos confirmaron la relación cercana entre ambas mujeres y la naturaleza gratuita del servicio. Por estos motivos, la magistrada concluyó que no existía relación laboral alguna y, por tanto, la sanción debía ser anulada.
