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Y se hizo… ¿la luz? Las medidas que se han llevado a cabo tras seis meses de un apagón que sigue dejando incógnitas

Y se hizo… ¿la luz? Las medidas que se han llevado a cabo tras seis meses de un apagón que sigue dejando incógnitas

Varios expertos explican a El HuffPost las medidas que se han llevado a cabo desde el 28 de abril, cuando una "cascada de sobrevoltaje" dejó a oscuras a la mayor parte de España. 

Una mujer cruza la calle durante el apagón masivo en España del 28 de abril de 2025.Alejandro Martinez Velez/Europa Press via Getty Images

El pasado 28 de abril España vivió un momento histórico. A las 12:33 horas un apagón dejó sin luz durante más de diez horas a la mayor parte del país, a Portugal y a parte del sur de Francia. Seis meses después, Red Eléctrica ha vuelto a informar recientemente de “variaciones bruscas de tensión”, y aunque los expertos no creen que un apagón así vuelva a ocurrir, matizan que “es difícil de evaluar”, ya que “el riesgo cero no existe”.

España sufrió la “desaparición súbita” de 15 gigavatios de potencia, el 60% del suministro eléctrico, en tan solo cinco segundos. Las razones, sin embargo, siguen formando parte del debate nacional. La investigación llevada a cabo por la Red Europea de Gestores de Redes de Transporte de Electricidad (ENTSO-E) señala en un informe técnico preliminar a una cascada de picos de tensión y desconexiones de plantas para tratar de protegerse.

Esto, sin embargo, no resuelve lo que queda por saber seis meses después: por qué subió tanto la tensión y quién es el responsable. “Y eso es lo que no ha dejado claro ninguno de los informes”, ha señalado a El HuffPost Julio Balana, miembro de la Comisión de Energía del Consejo General de Ingenieros Industriales, quien ha apuntado que, “desde luego, el responsable de mantener la estabilidad de la red es Red Eléctrica de España, que es quien tiene que tomar las decisiones oportunas en cada momento para mantener esa estabilidad”.

Por ahora, sien embargo, los diferentes agentes —Red Eléctrica, las compañías eléctricas y la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) — se culpan mutuamente de la desconexión masiva que dejó a millones de personas sin luz. Sin culpas queda por ahora el Gobierno. Red Eléctrica acusa a las compañías y esta al operador del sistema. Mientras, algunos apuntan a la CNMC por no aprobar la última actualización del procedimiento de operación 7.4, relativo al control de tensión, en la nueva resolución del pasado lunes, en la que sí aprobaron otros cambios para tratar de evitar un nuevo apagón masivo.

Mientras, el informe de ENTSO-E no echa la culpa a nadie. "Prácticamente lo que hace es relatar todo lo que pasó y luego que cada uno saque sus conclusiones”, ha dicho Balana. A continuación, ha resumido que el texto apunta que "se produjo una serie de desconexiones de plantas y esto hizo que la energía reactiva en el sistema subiera mucho y, por lo tanto, la tensión subiera". "Cuanto más alta es la tensión más desconexiones se producen y así esto se retroalimenta”, desatando una reacción en cadena.

“Llega un momento en que el desequilibrio entre lo que se está consumiendo y lo que se está generando es tanto que la frecuencia ya no aguanta y se desconecta todo”. Fue en ese momento cuando nos desconectamos de la red de Francia y de la de Marruecos “por su seguridad, porque si no habría tenido un efecto arrastre y habría afectado a toda la red de Francia. Básicamente esto es lo que dice el informe”, ha reseñado el experto de la Comisión de Energía del CGCOII.

Una pregunta sin responder

De esta forma, seis meses después “no se sabe mucho más que seis días después, realmente”, resume Rafael Riquelme, vocal de la Comisión de Energía del Colegio de Ingenieros Industriales de Madrid. “Parece ser que fue debido a que no había suficientes centrales con capacidad para atenuar o contrarrestar estos desequilibrios de tensión, y todavía se está trabajando en ello”, ha señalado.

Cuando se produjo el apagón, Red Eléctrica había programado una serie de centrales de ciclo combinado, pero en una de ellas se declaró un incendio el día antes, no pudo conectarse y no se sustituyó. ¿Por qué no se hizo? Esta es para Balana “la gran pregunta que tiene mucha gente”. “¿Los cálculos estaban bien hechos por la mañana o por la tarde? Porque si estaban bien hechos por la mañana, hacía falta una central de ciclo combinado más”, ha planteado.

“Siempre es posible solicitar otra”, ha explicado Pere Palacín, catedrático de Tecnología Eléctrica de la Universidad Ramon Llull. A continuación, sin embargo, ha agregado también que esto “tarda un tiempo”, lo que ha apuntado como un posible motivo para no recurrir a otra central. Para Balan, sin embargo, esta cuestión sigue sin responderse, y no es la única.

Primer paso: modo reforzado

Después del apagón, Red Eléctrica implementó rápidamente la primera medida: un modo de operación reforzado, “que consiste en meter muchas más centrales de ciclo combinado y nuclear en el sistema, que son las que actualmente absorben esa reactiva y controlan las tensiones”, ha aclarado Balana. Pese a que esto supone un mayor coste para los consumidores, de esta manera Red Eléctrica se cubre en salud con un operativo que en teoría evitaría una catástrofe similar.

Pero el experto añade una pregunta más: “Si ahora está operando así y antes lo hacía todo bien, ¿qué es lo que ha cambiado entre medias?”. “Si Red Eléctrica afirma que todo lo hacía bien, y que la programación estaba bien, ¿por qué ha cambiado su modo de operar? Esa es una pregunta que todo el mundo tienen en mente”, ha asegurado.

Y Riquelme lo confirma al destacar que “Red Eléctrica no ha justificado abiertamente por qué está actuando así”. Este experto ha resaltado que hacer “funcionar el sistema en un modo de extrema seguridad —desde el apagón y de forma ininterrumpida—, con menos renovables que las que había antes del apagón, y con mucha más central de gas que antes del apagón, da al sistema seguridad ante esas perturbaciones”. “Y esto hace que centrales eólicas y solares, sobre todo, no estén funcionando. Es decir, se está desperdiciando esa energía a partir de fuentes renovables, y a cambio se está quemando mucho más gas en las centrales de gas que dan ese servicio o pueden dar ese servicio de regulación de tensión”, ha continuado.

Otra de las principales medidas que se ha tomado, según ha remarcado Balana, es que las centrales fotovoltaicas y eólicas puedan también controlar tensión, ya que “hasta ahora las únicas que controlaban tensión eran las tradicionales, las centrales síncronas”, como son la nuclear, la de carbón, gas, ciclo combinado e hidroeléctricas. Estas producen siempre a la misma frecuencia y son las encargadas de regular la tensión. “Pues ahora el gran paso que se ha dado, con la aprobación en junio de la CNMC y el Ministerio, es que ahora también las fotovoltaicas y las eólicas puedan controlar tensión”, según se aprobó en la modificación de junio del Procedimiento de Operación 7.4 (PO 7.4).

Cuando se le pregunta si esto habría supuesto un cambio significativo durante el apagón, lo tiene claro: “Sí, sí, del todo”. “Con esa modificación se podría haber evitado el apagón”, ha asegurado. Pero esta modificación no es inmediata. “Todas las centrales fotovoltaicas que puedan hacerlo necesitan probar sus sistemas, necesitan poner un control especial, tener comunicación con los centros de control…”, medidas cuyas pruebas y homologaciones se están haciendo ahora, pero que llevarán un tiempo. En concreto, se espera que empiecen a entrar en servicio en el primer semestre del próximo año.

Medidas "excepcionales y temporales"

Por este motivo —y que Red Eléctrica identificó perturbaciones en la tensión similares a las que provocaron el apagón del 28 de abril que ha llevado a una situación de “preocupación y de alarma”, según Riquelme—, la CNMC aprobó la semana pasada cambios urgentes en el sistema eléctrico. Estos tendrán implicaciones en los procedimientos de operación P.O. 3.1 Proceso de Programación, P.O. 3.2 Restricciones Técnicas y P.O. 7.2 Regulación Secundaria, aunque en esta ocasión más reciente ha dejado fuera el P.O. 7.4.

"Estos obligan a lo mejor a las centrales de generación de energía eléctrica a implantar softwares nuevos o medios de operación nuevos y eso requiere una implantación, unas pruebas y tiempo, no se puede hacer de la noche a la mañana", ha argumentado Riquelme. "Y luego este sistema de operación con estas normas nuevas son tan novedosos, yo no digo que sean inviables, pero son tan novedosos en un sistema con tanta renovable, como es el español, que no hay referencias, no tenemos experiencias que podamos copiar de otros países", ha expresado. Por ello, ha continuado, "hay cierta inquietud frente a adoptar todos estos sistemas tan novedosos que técnicamente sobre el papel funcionan, pero como no se han probado, hay que ir con cautela viendo poco a poco cómo reaccionan las distintas plantas de generaciones". 

Palacín ha subrayado que la publicación en el Boletín Oficial del Estado (BOE) indican que estas medidas “deben tener un carácter excepcional y temporal”. El motivo, según la publicación, es que “el endurecimiento de las condiciones de prestación de los servicios podría resultar en una reducción de la oferta y, con ella, de la competitividad en los mercados, y/o resultar en un incremento del coste soportado por la demanda”. Además, la temporalidad de estas medidas queda pendiente “de poder llevar a cabo un análisis más profundo de las causas y soluciones para resolver las variaciones de tensión registradas”.

Por lo tanto, queda escrito que estas “no deberían ser las medidas definitivas, sino que tenemos que buscar otras”. Y, según ha afirmado, así lo indica el propio BOE, que “dice algo así como temporales y a expensas de encontrar otras soluciones a más largo plazo y que resuelvan estos problemas”. Para Palacín estas podrían ser “los compensadores síncronos, dispositivos de electrónica, el tener más grupos que sean capaces de absorber y generar reactiva, digamos que desarrollo tecnológico”, ha propuesto como experto. Balana, por su parte, ha resaltado que “habría cosas que facilitarían, como un marco un poco más estable para las baterías y así aportar una reserva prácticamente instantánea”. A pesar de esto, ha afirmado que, “de momento, lo que se podía haber hecho está hecho”. 

El sistema eléctrico español ahora es muy diferente a hace 25 años. Por ello, para Palacín es cuestión de tiempo para adaptarnos a estos combios: "Hemos avanzado mucho y tenemos que readaptarnos". Pero ha asegurado que "la red de energía eléctrica de España es tan sólida y robusta como las de los sistemas que tenemos alrededor". "Pero tenemos la suerte de que España tiene sol, tiene viento y además tiene desniveles para hacer centrales de bombeo. No todos los países que tenemos alrededor tienen esa capacidad. Y esto debemos de ser capaces de aprovecharlo", ha concluido. 

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Soy redactora enfocada en temas de actualidad en El HuffPost España en el equipo de finde semana. Tanto sábados y domingos como entre semana de lunes a miércoles abordo lo que pasa durante el día, tratando de que a los lectores de nuestro medio le queden resueltas todas las dudas sobre los temas más candentes del día.

 

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Desde niña hubo dos cosas que siempre me gustó hacer: leer y ver series y películas. Las historias me fascinaban y, como dicen, la realidad supera a la ficción, así que pronto decidí que quería ser periodista para contar yo misma las historias que afectaban a las personas reales y tratar de tener un impacto en la sociedad.


Por ello, me saqué el graduado en Periodismo y Comunicación Audiovisual por la Universidad Carlos III. Tras esto realicé un posgrado en Prevención y Gestión de Crisis Internacionales y realicé el máster de El País. Durante ese tiempo ha pasado por diversos medios, desde la Agencia EFE al diario El País hasta llegar a El HuffPost en 2021.

 


 

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