El cartel dirigido a los Reyes Magos en un edificio de Zaragoza es simplemente magia pura
“A la atención de sus Majestades de Oriente"
Hay que reconocerle al ingenio vecinal español una cosa: cuando se agotan todas las vías posibles, todavía queda la magia. Literal. En un edificio de Zaragoza, un vecino ha decidido dejar de insistir al administrador de fincas y probar suerte con alguien que, al menos una vez al año, promete cumplir deseos. La cuenta @LiosdeVecinos ha compartido en X la imagen del cartel, acompañada de un escueto “Mientras tanto en Zaragoza…”. El contenido hace el resto.
El mensaje, pegado en el portal del edificio, se dirige directamente “A la atención de sus Majestades de Oriente”. No hay ironía disimulada ni metáforas rebuscadas: hay cansancio, humor y una estrategia clara. Si el ascensor no llega y el mantenimiento tampoco, quizá Melchor, Gaspar y Baltasar tengan más margen de maniobra.
El autor del cartel se presenta como corresponde a alguien que pide con fundamento: “Este año he sido bastante buena persona, soy un vecin@ al corriente de pago, que esta hasta el gorro de no tener ascensor en la escalera derecha.” Cumple, paga y sube escaleras desde hace meses. La fe también se trabaja.
Los “regalos” que solicita no entran en una carta infantil, pero sí en cualquier orden del día de una comunidad de vecinos que nunca termina de resolverse. Primero, lo urgente: “Os pido con mucha fe, un cambio en la empresa de mantenimiento para que no nos dejen así mas de 5 meses todas las semanas.” Y después, el clásico que muchos piensan y pocos escriben: “Y un cambio de administrador por alguno que se preocupe del bienestar de nuestra comunidad y no solo de cobrar.”
El texto se despide con educación, como manda el manual del buen vecino incluso en plena desesperación: “Espero que mis ruegos sean oídos y cumplidos.” La firma, en cambio, no deja lugar a dudas: “Un vecin@ hasta el gorro de tanta tomadura de pelo.”