Ignatius Farray: "Se te llena la boca con la palabra libertad y luego qué haces con ella, ¿dos cañas y unas bravas?"
Entrevista al cómico canario que estrena 'El grito sordo', un libro donde recopila fragmentos de sus tres anteriores.

Si Ignatius Farray hubiese nacido en Estados Unidos probablemente sería una estrella mundial. No sabe encajar los elogios, por eso se ruboriza cuando alguien lo halaga en público.
Maestro entre los cómicos, Ignatius corrió para que muchos cómicos en España pudiesen caminar. Hizo historia de la radio con La Vida Moderna junto a Quequé y David Broncano, tiene su propia serie, cuatro libros y un hijo, sólo le queda plantar el árbol.
En El grito sordo (Ed. Temas de Hoy) une sus tres trabajos anteriores: Vive como un mendigo, baila como un rey; El bicho que se devora a sí mismo y Meditaciones. Entrevistamos a Ignatius en el sótano de la librería Tipos Infames el mismo día de la muerte de Robe Iniesta. A partir de aquí todo se vuelve etéreo, como La Ley Innata.
- Acaba de fallecer Robe Iniesta, de Extremoduro.
Me acuerdo en La Vida Moderna hablando con David y con Quequé que ellos son grandes fans de Robe, incluso David le llegó a entrevistar. Me acuerdo de conocer a Extremoduro de toda la vida pero ellos son grandes conocedores de sus letras, me acuerdo de ir a un concierto con ellos dos, en la época de Robe.
- ¿De Extremoduro o de Robe?
De Robe. La mezcla esa. La autenticidad de Robe porque es capaz de mezclar cólera y amor. Otra persona recordaba que era como si en un verso te enseñara una flor y en otra te enseñara el culo. Esa mezcla de corazón y de crudeza tiene algo muy auténtico. No te atrincheras en ningún sitio determinado. Estás abierto a esas posibilidades. A lo mejor Robe, como músico y como poeta, significaba esa entrega a lo que suceda.
- Como los cómicos, Robe y su música ha estado en los mejores y peores momentos de muchas personas. El humor también puede ser ese refugio.
Es de agradecer que la gente te vea de esa forma. Todos buscamos nuestro refugio. De una manera natural el arte significa eso. La poesía significa eso. Por eso me molesta tanto cuando la gente dice voy al cine o al teatro o a un concierto para evadirme. Me parece indignante que la gente diga eso porque pienso que es todo lo contrario. Para evadirnos ya tenemos una ciudad vendida al capital como es Madrid, para eso nos evadimos. Para eso tenemos el móvil, con nuestra atención secuestrada y mercantilizada y enajenados de nosotros mismos. A un concierto uno va a encontrar un refugio, o como te decía ahora con Robe, una autenticidad. Una verdad. Y a lo mejor la verdad no es complaciente como te la está dando la IA, que siempre te da la respuesta que quieres. A lo mejor evadirse es ir a buscar consejo y que te digan lo que quieres oír. El arte es el refugio que te permite mirar a ese abismo. A ese vértigo que es la vida y a lo mejor la comedia debe significar eso. Más allá del entretenimiento que pueda haber ser capaz de decir: la vida es un puto sinsentido y la risa es la arcilla que nos ayuda a rellenar esos huecos.
- El otro día escuché a Quequé decir: "Messi hizo avanzar el fútbol, Ignatius hizo avanzar la comedia".
Héctor es muy generoso conmigo y se lo agradezco.
- Fuiste pionero hasta en que te pegaran neonazis.
Hasta en eso fui pionero sí. Uno siempre duda de lo que hace. A lo mejor luego lo ves con perspectiva y dices "no estuvo mal haber provocado a unos neonazis". En ese momento es un barullo.
- No estaban de moda aún los neonazis.
Fue curioso porque estaba muy borracho, yo también estaría borracho, no lo niego. Pero este se subía al escenario a decir sus mierdas y perdí los nervios. No estoy orgulloso pero empecé a empujarle y nos empezamos a pegar. La gente nos separó y yo seguí con el show. Como si aquello formara parte de la normalidad. Esto pasó en el Triskel. Y arriba [la actuación era un sótano] el dueño del bar pegó la oreja y escuchó como le decía a sus colegas "al que hay que meterle es al que tiene la barba y las gafas de culo de botella" y el otro skinhead le dice "encima va de loco de las coles" que era el personaje que yo hacía en aquella época en La Hora Chanante. Y el otro "no, no, es el loco de las coles". Fíjate tú los fans de La Hora Chanante, que la ultraderecha estaba contenida. Mientras duró La Hora Chanante esa gente estaba entretenida y fue terminarse el programa y vagar ahí como vacas sin cencerro y montar partidos. La comedia les tenía controlados.
- También dice Broncano en este libro que eres "el puto mejor cómico de España".
Gracias a David también. Igual que a Héctor, les agradezco estas palabras tan bonitas. Se las agradezco y se las respeto. Aunque no las comparta. En La Vida Moderna teníamos la broma, y me lo recuerdan hoy en día, de decir la frase "ni bien ni mal". Teníamos la broma y no tan broma de la angustia que a mí me crea estar a la altura de esas palabras tan generosas. Nunca pienso que estoy a la altura del todo de esas palabras tan bonitas y eso me crea una ansiedad que me vuelve loco porque nunca voy a ser lo suficientemente buen cómico como para devolver estas palabras. Por eso la gente, para tranquilizarme, me dice "oye, ni bien ni mal".

- Una de tus frases es "la comedia prevalecerá".
La comedia prevalecerá. Me la voy a apuntar.
- Siendo tuya la frase.
Es importante recordar, mira recordar lo que significa, viene a ser volver a pasar algo por el corazón. En la vida igual que recordamos olvidamos y las dos cosas son igual de importantes. Recordar es volver a sentirse acompasado con tu corazón pero perderse y olvidarse de lo que uno es también forma parte de la vida. Una cosa lleva a la otra y por eso a lo mejor ni bien ni mal. Perderse en la vida es tan natural. Nietzsche decía "llega a ser lo que eres". Como un deseo que no se tiene que cumplir. Por el camino uno se pierde y se va reencontrando. La vida es una espiral, no es una línea recta que tú aprendes una lección y lo tienes en la mochila para siempre.
- ¿Cuántas veces has tenido que reencontrarte en estos años?
Una cosa que dicen de mí es que me saboteo a mí mismo. De una manera inconsciente a lo mejor he recaído en eso. No por romanticismo, porque uno puede romantizar el fracaso o perderse. Uno si se acostumbra demasiado a tener esos pensamientos los acaba convirtiendo en rutina y eso los empobrece porque forma parte de tu hábito. La comedia es poder ver cosas como si fuera una revelación y esa sensación no la tienes del todo a no ser que vengas de una zona... de estar perdido y que de repente algo signifique mucho para ti. Decía Becket en Esperando a Godot "el aire está lleno de nuestros gritos pero la costumbre ensordece". Si nos acostumbramos a estar en una zona determinada nos acabamos ensordeciendo. A lo mejor salimos de esa zona, volvemos a entrar, y volvemos a oír esos gritos.
El grito sordo sería el equilibrio entre la costumbre y la perdición entre nuestro cautiverio y nuestra libertad. A lo mejor está el punto medio, que es el deseo, en el sentido de que nunca se llega a cumplir esa profecía. Nunca llegas a ser del todo lo que eres. Robe Iniesta decía en un concierto lo que podía ser la utopía, que no tiene que ser algo que se tenga que conseguir, pero tú tienes que vivir la vida como si eso fuera posible. No sé cómo se hace eso. Es como si pudieras levantar la cabeza y mirar a un horizonte lejano. Simplemente porque el horizonte esté muy lejano ya tienes que caminar con la cabeza alta, porque estás caminando a un horizonte lejano al que nunca vas a llegar, pero te hace caminar con la cabeza alta y eso se llama dignidad y no bajar los brazos.
Decía Héctor el otro día que Madrid se está convirtiendo en una estafa piramidal, en una especie de Monopoly. El dinero es lo único que cuenta y parece que contra eso no tenemos argumento. A lo mejor sí los tenemos aunque no tengan que cumplirse pero por lo menos no vives con los brazos bajados.
- ¿Necesitas estar triste para dar buena comedia o siendo feliz también puedes dar lo mejor de ti? Hay escritores que dicen no pueden escribir bien si son felices.
Hay mucho estereotipo. El payaso triste para luego salir al escenario y hacer reír. No digo que no haya verdad en eso. No por romantizar esas situaciones, que son dolorosas y se pasa mal en la vida, hay que ser conscientes del dolor que hay ahí. Eso te hace ir a puntos, llámalo fracaso o como quieras, que se salen de los márgenes. Ese dolor, si uno no se engaña a sí mismo y mira de frente a su corazón, uno se da cuenta de que esas situaciones dolorosas en la vida no tiene uno que victimizarse porque sería como establecerse ahí. Te hace estar en puntos que se salen fuera del espectro. Hoy en día con la IA te ofrecen un panorama, te da una respuesta complaciente que es la mediocridad. Te coge toda la información y te ofrece una respuesta promedio que te pueda complacer. Si te sales de esos márgenes eres capaz de mirar a sitios extraños, por dolorosos que sean, y eso te hace llegar a puntos que no sueles transitar y eso tiene valor.
- ¿Y eso a ti te ayuda?
Claro que te ayuda en ese sentido, pero no por pasarlo mal, porque llegas a lugares donde no es tan fácil llegar si sólo te mueves en un cliché. Hay gente que dice que a la IA la puedes entrenar para que busque cosas extrañas pero no se trata de la excentricidad por la excentricidad. Aquí lo que está en juego es de ser capaces de asomarnos al abismo de la alma humana. Y a lo mejor hay dolor ahí también. Igual que puede haber alegría. Lo que hay dentro del agujero negro de la galaxia se llama singularidad. No sabía que eso era un término técnico de la física. Lo descubrí el otro día. Es como si el modelo de leyes que manejamos admitimos que no nos sirve para explicar lo que sucede ahí dentro. Ahí se nos termina el lenguaje. Ahí iban dos y se cayó el de en medio. Ahí no sabemos lo que sucede pero sabemos que lo sucede no se parece a nada que conozcamos.
- ¿Cómo ves la comedia en España? Algunos cómicos se quejan de que la gente hable e interrumpa los shows con comentarios o chistes.
Habría mucho que decir sobre eso.
- Sí que es verdad que en Estados Unidos hay tradición de los hecklers [provocadores que hablan o interrumpen los shows].
Te entiendo y comprendo por dónde van los tiros pero parece que intervenir es necesariamente hablar y no sólo es hablar. El público con su mirada siempre está interviniendo. Siempre hay hecklers. Se habla ahora de la participación del público... ¿qué puta mentira nos estamos contando cuando el público siempre ha estado interactuando? Gracias a eso existe el teatro. La mirada es pura interacción. El otro día le preguntaron a Wynton Marsalis, trompetista de Jazz, ¿la música para que está hecha para el que escucha o para el que toca? Y dice "la música está hecha para el que escucha pero el que toca es el primero que escucha". Y en la comedia pasa lo mismo. Uno es el primer espectador de uno mismo. La mirada del público es lo que te hace entrar en un trance. Por eso la gente dice que yo cambio mucho de fuera del escenario, no porque yo haya premeditado comportarme de esa manera. Es como entrar en un laboratorio y tú fueras el que se sacrifica, porque alguien tiene que hacerlo y no todo el mundo quiere, los tontos de la tribu decimos puedes contar conmigo. Y la mirada de la gente es lo que te hace desembuchar cosas que no podías decir fuera de ese escenario.
- Eres el sacrificio que requiere la comedia.
Yo soy el mal necesario. La gente te da el privilegio y tú tienes el deber. Estar ahí dentro es un privilegio pero al mismo tiempo tienes que estar a la altura de esa mirada. Y eso es entregarte a que pase cualquier barrabasada y cualquier mierda que se sitúe más allá de lo normal. Compartir esa sórdida obscenidad y a lo mejor tú eres la materia obscena.
- Se habla del concepto libertad pero no como lo hemos entendido siempre.
Está bastardeado. Es una palabra muy golosa. Apropiarte de esa palabra para que te sirva como un escudo. Haces las cosas en nombre de la libertad.
- Comunismo o libertad.
Fíjate tú que cosa tan indignante. Llevarte a ese dilema manipulado e interesado. A confrontarte. Se te llena la boca con la palabra libertad y luego qué haces con la palabra libertad, ¿dos cañas y unas bravas? Es lo máximo que se te ocurre. A lo mejor ese es tu precio.¿Para ti la libertad qué es? ¿El terraceo? Eso es lo máximo que eres capaz de imaginar. Una vez te apropias de la palabra, venga, toma, para ti. La libertad para ti, a ver qué haces: sólo se me ocurre unas cañas y unas bravas. Vaya puta mierda, ¿para esto querías la libertad? A lo mejor la libertad tiene que ver con la utopía que decía Robe Iniesta.
- Hay un 19% de los jóvenes que dice que los años de la dictadura fueron "buenos" o "muy buenos". En La Vida Moderna teníais una buena relación con los jóvenes y se cantaba "fascismo del bueno". ¿Qué ha pasado ahora?
Ese era nuestro aliento. Lo que nos envalentonaba para hacer el programa era notar esas ganas que había de la gente de que el programa siguiese. De repente salen estas estadísticas y claro, ¿hasta qué punto sabes si son discursos interesados? En un actuación el otro día decíamos de una persona era "el nazi de la actuación" y aquello era un caos. La gente soltando burradas, yo no tenía el control y de repente sale uno del público y dice "lo que diga el nazi", ya teníamos la broma de que esa persona representaba a la ultraderecha dentro del show. Y dijimos esto es una metáfora de lo que está pasando. Cuando la realidad se vuelve compleja, el populismo es eso: lo que diga el nazi.
El movimiento de lo políticamente correcto, que pertenece a la izquierda, dice que no vamos a caer en ser ofensivos con la gente y hay que tener respeto. Un discurso legítimo. De repente se desarrolla ese movimiento y se cae en miedo. Como sé que mucha gente puede ofenderse voy a dar un paso atrás para ser respetuoso y no voy a pronunciarme para que no haya ningún malentedido posible. Es un empobrecimiento. He metido la pata un montón de veces pero lo voy a seguir intentando hasta que me salga. Ojalá la conciliación pueda ser un valor de la comedia más allá de la pura ofensa. Habrá espacios donde esa obscenidad la podamos compartir. La izquierda tiene que reconquistar ese territorio. La juventud qué es sino mearse fuera del tiesto. Es un patrimonio de la izquierda, no renunciemos a eso, seamos más gilipollas que ellos. Vamos a ver dónde está la obscenidad y vamos a conquistarla. Habrá espacios donde esa sórdida obscenidad pueda crear un vínculo, de más respeto incluso, entre dos personas que simplemente un miedo a no pronunciarme yo para no ofenderte.
- Esto pasa en los shows de Juan Dávila. Hay personas ciegas, en silla de ruedas... y sale el humor a flote. Dentro de ese marco vale todo.
Las personas que forman parte de esos grupos sociales desfavorecidos, por decirlo así, de repente la risa no es una cosa que les pueda ofender, al contrario. La risa es una manera de trascender y de tener esa dignidad. Cuando te arrebatan la risa te están arrebatando una energía muy honda. ¿Qué opción te queda? ¿victimizarse? La risa es una cosa que el corazón te lo eleva más que ninguna victimización en la que puedas caer. Robar esa risa es una cosa que no se puede permitir y parece que la izquierda, con la mejor voluntad de no querer ofender a nadie, cayó en ese puritanismo. Esa obscenidad, esa suciedad es un valor. Meterte en el puto fango.
Un filósofo italiano dijo "si dios, patria y familia son conceptos fascistas, Platón era fascista". Qué mierda de apropiación es esta. Los conceptos no tiene ideología. Lo que es fascista es apropiarte de esos conceptos y que sólo se puedan entender a tu manera. Eso sí es fascista. ¿Por qué la izquierda no puede acoger la patria y la familia y dios? Ahí estaba la virgen roja. Claro que en el cristianismo hay muchos valores de izquierda. La ideología son trincheras donde uno está muy cómodo porque ya tiene un discurso hecho. A lo mejor, lo que nos cuesta, es ser capaces de salir de esa trinchera y mirar las cosas frente a frente.
- Lo que pasa es que si sales de la trinchera igual te pueden pegar un tiro.
Eso es verdad, por eso digo que hay atrevimiento. Hay riesgo. Si no se arriesga la juventud quién se va a arriesgar, ¿los viejos?
- Has tenido unos años de idas y venidas, ¿cómo estás? ¿Sigues enseñando paz a los avasallados?
¿Sabes que es una frase de Bob Dylan? Es una frase provocadora porque parece que un avasallado tiene que estar movido por la ira y la rabia y eso no tiene que ser necesariamente malo. De repente dices, enseño paz a los avasallados, el poder de la aceptación. Eso tiene mala prensa. Cuando tú dices todo lo que sucede conviene piensas que estás bajando los brazos, que tienes una actitud derrotista. En esa aceptación de la vida hay algo muy fuerte. Decía uno que lo que niegas, te somete y lo que aceptas, te transforma. Decía Nietzche: "¿Es esto la vida? pues que vuelva. Aquí estoy esperándola. Pienso que no hay nadie más libre que quien riega plantas artificiales.
