La nota "a quien haya cogido el felpudo" en una comunidad de vecinos que sí merece el Nobel de la Paz
"Le tengo cariño"
Hay notas vecinales que son una amenaza, otras que son una advertencia o directamente son poemas de guerra. Y luego está esta otra que han colgado en una comunidad de vecinos de Cartagena, en la que uno de los vecinos pide que le devuelvan un felpudo con la paciencia de un monje y la ternura de quien ha perdido un ser querido de pelo sintético.
En la puerta del portal de la comunidad de vecinos murciana, la víctima del robo escribió: “A quien haya cogido un felpudo de estrellas del piso 2.º I, ruego lo devuelva. No voy a mirar, que lo deje donde estaba. Es mío, me encanta y le tengo cariño. ¡Gracias!”. Un texto breve, amable y casi terapéutico que ha conquistado a medio Internet.
La imagen del cartel, publicada por la cuenta @LiosdeVecinos junto al mensaje “Mientras tanto en Cartagena…”, se ha hecho viral en X (antes Twitter). Y no es para menos: en un país donde los grupos de WhatsApp de la comunidad son campos de batalla, este vecino ha optado por la vía del perdón.
Los comentarios no se han hecho esperar. “Debía hacer viento, porque los palitos de la F se le han ido hacia un lado”, bromeaba @BichoAzulSureno. Otro imaginaba su propia serie: “Después de Ed Gein llega ‘El Chori der Ferpudo’”. También hubo quien confesó su pasado oscuro —“En realidad yo soy un gran ladrón de felpudos, me resulta violento ir a una tienda a comprar uno”— y quien recordó tiempos mejores: “En los 90 tenía felpudo, ahora ni se me ocurre”.
Entre tanto chascarrillo, alguien resumió el sentir general: “Hay que ser miserable para robar el felpudo”. Y, sin embargo, el cartel ha acabado convirtiéndose en símbolo de algo mucho más grande: la cortesía en tiempos de mala leche. Porque perder un felpudo duele, sí, pero perder la educación duele bastante más.