Un hostelero señala claramente cómo ha cambiado la sociedad con lo que le va a pasar este mes de diciembre
"Cómo ha cambiado el cuento".
Llega noviembre y de esta forma diciembre está a la vuelta de la esquina. Con él, las Navidades y las reuniones de amigos, familiares y también las cenas y comidas de empresa. Todo se junta en un mes en el que el gasto medio por persona aumenta considerablemente respecto al resto del año.
Uno de los sectores que más lo notan es el de la hostelería, ya que las reservas de grandes mesas se multiplican por la vuelta a casa por Navidad. Sin embargo, en los últimos años, especialmente tras la pandemia, el hábito ha cambiado y la moda ha pasado de cena y fiesta nocturna a comida y tardeo.
Así lo ha confirmado el hostelero y usuario de X (antigua Twitter) Roberto Navidades. El dueño del restaurante Casa Delapio, en Aranjuez, ha contado en su perfil lo que ya ha experimentado para este próximo mes de diciembre.
"Tengo más o menos 400 reservas para diciembre, mes por excelencia para reuniones de amigos y compañeros. 60 son para cenar. Cómo ha cambiado el cuento", ha asegurado el hostelero, que tiene más de 3.600 seguidores en su perfil.
Además, en respuestas a usuarios ha recordado lo "era habitual salir de cena" y ha bromeado con que "alguno el domingo a las 9 horas ya está quemando los excesos". "Todo el mundo tardea 😂. El domingo todos lucidos", ha asegurado.
Su teoría la confirma la gente
El mensaje de Navidades ha tenido relevancia en la red social con más de 42.000 reproducciones y varias respuestas que han confirmado el mensaje que había dejado el hostelero.
"Es que los viejóvenes somos más de comer y 'tardeo' que de salir a cenar y de fiesta después", ha escrito uno. "¡Es que está de moda el tardeo! No creo que sea cuestión de edades", ha asegurado un segundo.
"Yo me he hecho mayor. A cenar no salgo ni regalado", ha confirmado un tercer usuario, mientras que un cuarto ha afirmado que "eso es lo mejor con comida, copitas y a las 23 en la cama y a la mañana siguiente con tus ocho horitas dormido, como una pera