Tras el veto a Merkel, Rajoy presenta el rescate como un "triunfo" sin condiciones

Tras el veto a Merkel, Rajoy presenta el rescate como un "triunfo" sin condiciones

Mariano Rajoy dejó Bruselas tras arrancar una importante cesión a Angela Merkel. Aunque con matices y letra pequeña, la canciller dio su brazo a torcer y permitió la recapitalización de bancos directamente desde el fondo de rescate, como él reclamaba. Además, flexibilizó la compra de deuda con el instrumento europeo, una prioridad irrenunciable para Italia. Ambas medidas están encaminadas a relajar la presión de los mercados sobre la deuda española e italiana.

Para el presidente del Gobierno, el acuerdo conseguido es "un triunfo para el euro", aún si para lograrlo ha tenido que abrirse un abismo entre Alemania y el resto de grandes países de la eurozona, con Francia en la cabeza. "Es el euro quien gana", aseguró, conciliador.

¿A CAMBIO DE MÁS RECORTES?

Las conclusiones de la cumbre de líderes del euro incluyen una "condicionalidad adecuada" que puede materializarse en exigencias "a escala de toda la economía". En otras palabras: demandas en materia de política económica, más recortes del gasto y medidas de austeridad. Preguntado por El HuffPost, el jefe del Ejecutivo lo negó tajantemente. "No hay condicionalidad macroeconómica", aseguró. Sí la habrá para los bancos y para el sector financiero. Fuentes de su equipo aseguraron que la referencia se refería más bien a casos como el de Chipre, país con un gran problema financiero, pero que podría ser rescatado como Grecia, Irlanda o Portugal: a lo grande (y con un programa de reformas a cambio).

Fuentes comunitarias creen poco probable que esas exigencias económicas se refieran a España, pero reconocen "que es una reserva que Alemania quiere mantener", por lo que pueda pasar. La propia Angela Merkel recordó que habrá condiciones y que lo que hasta ahora recomienda la Comisión Europea se convertirá en exigencias "vinculantes". Mario Draghi, el presidente del BCE, también mentó las "estrictas condiciones" para que España pueda acceder al apoyo para sus bancos.

Con todo, en Bruselas se considera que Rajoy ha salido bien parado de la cumbre. Por una parte, porque ha logrado que la deuda con los mecanismos europeos no lastre fuertemente su déficit. Sólo temporalmente, mientras no entre en vigor el nuevo fondo de rescate. Por otra, porque a final de año podría lograr que sea Europa quien recapitalice a sus bancos directamente, ahorrándose el problema y la gestión. Sin embargo, el acuerdo podría tardar, ya que convertir al Banco Central Europeo en un supervisor único será motivo de arduas negociaciones entre los Estados miembros.

EL DINERO PARA LOS BANCOS: EN SEPTIEMBRE U OCTUBRE

El próximo 9 de julio, los ministros de Economía del euro celebrarán una reunión. En ella está previsto que se expliciten las condiciones para el rescate de la banca española, su supervisión, el tipo de interés de los préstamos o el plazo de devolución. En una primera fase, el fondo de rescate actual será quien preste el dinero al Estado, a través del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria. Eso no se producirá "antes de septiembre u octubre", según las fuentes consultadas. Esos préstamos sí harán aumentar la deuda y déficit públicos hasta que el nuevo fondo de rescate tome el relevo. Fuentes comunitarias creen que, por ese motivo, "España no tendrá mucha prisa en la recapitalización" y avanzan que Eurostat podría mirar con buenos ojos ese déficit extra. Si el FROB toma dinero al 3%, por ejemplo, y lo presta a la banca al 8%, a medio plazo el Estado tendría beneficios que no pueden ser ignorados.

COMPRA DE DEUDA

En la reunión del 9 de julio también se tratará de poner en marcha la compra de deuda que reclamaba Italia, algo que podría estar "disponible durante el verano", pero que sólo se activaría si hay una petición y se negocian unas condiciones. Tampoco en este caso se trataría de un rescate a la griega, irlandesa o portuguesa, sino simplemente una vigilancia reforzada y el compromiso de Italia o España de seguir por la senda pactada. "No se trata tanto de condiciones económicas, revisables cada tres meses", sino "de condiciones políticas". El límite especulativo que hará saltar el mecanismo (un record de la prima de riesgo o la rentabilidad de los bonos, por ejemplo), está aún por decidir, así como cuánto dinero invertirá el fondo de rescate en la compra de deuda.

Rajoy, por el momento, no tiene ninguna intención de pedir este mecanismo. Tampoco Monti. Pero ahí está.

La gran pregunta sigue siendo, como después de cualquier cumbre, si los acuerdos de Bruselas serán suficientes para calmar a los especuladores. Las instituciones comunitarias confían en que, entre los acuerdos de hoy y los del 9 de julio, se enderece el rumbo y se inicie un "círculo virtuoso" que calme a los especuladores. En caso contrario, habría que volver a reunirse... y salvar el euro de nuevo.