Las claves para entender qué se juega Grecia en estas elecciones

Las claves para entender qué se juega Grecia en estas elecciones

AFP

Grecia afronta este domingo unas trascendentales elecciones. Y no es una frase hecha. En estos comicios, realmente, los griegos se juegan su futuro en un delicadísimo momento, cuando están ya enfrascados en su tercer rescate económico, por valor de 86.000 millones de euros. Es la tercera vez que los ciudadanos votan este año -dos elecciones legislativas más un referéndum- y las quintas desde que se inició su crisis económica, en 2009.

El ex primer ministro, Alexis Tsipras, dimitió y convocó elecciones anticipadas el pasado agosto. Entonces se trató de formar Gobierno con fuerzas que tenían un menor apoyo parlamentario que el partido Syriza de Tsipras, pero fue imposible. Actualmente gestiona el país un gabinete transitorio consensuado entre las formaciones, compuesto por 10 ministros y liderado por la primera ministra Vasilikí Zanú, la primera mujer que encabeza el país. Toca empezar de nuevo.

El primer ministro saliente, Tsipras, de la formación izquierdista Syriza, decidió adelantar los comicios a septiembre, cuando apenas en enero su partido se había alzado con la victoria en las últimas elecciones generales. Su golpe de timón se produjo tras un febril verano en el que la deuda griega protagonizó la actualidad europea.

Ya en junio, Tsipras consideró "inaceptables" las propuestas que los acreedores. Se sucedieron entonces unos días de infarto: el Gobierno convocó un referéndum para que los ciudadanos avalasen o no su oposición a transigir con este acuerdo, vino a continuación el corralito, con los bancos dando no más de 60 euros en efectivo por cada griego al día, y finalmente llegó la consulta popular del 5 de julio.

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Colas en los bancos de Atenas para retirar efectivo, horas antes de la entrada en vigor del corralito.

Ese día, los griegos dijeron no a las condiciones de pago que se reclamaban a Atenas. Yanis Varoufakis, el ministro de Finanzas, dimite al día siguiente para facilitar las negociaciones, pero esos contactos no acaban yendo en la línea esperada: se acercan las posturas, Grecia cede, y a la semana llega el tercer rescate, muy duro, por el que Tsipras se comprometió, entre otras cosas, a reformar las pensiones y el mercado de trabajo, y a crear un fondo de privatizaciones por valor de 50.000 millones de euros. El plan supera la votación en el Parlamento, pero Tsipras queda desfondado, afrontando sus contradicciones y las críticas en el seno de su formación.

Con la vuelta a las urnas, el ex primer ministro Tsipras lo que busca es fortalecer su posición, debilitada tras el tira y afloja que supuso su oposición a cumplir con las draconianas exigencias de pago impuestas por los acreedores -Eurozona, Fondo Monetario Internacional y Banco Central Europeo, entre otros-, el referéndum posterior que avaló su "no" y la vuelta al redil, a asumir el coste impuesto desde Bruselas y acatar las condiciones de un tercer rescate. Tsipras necesita pedir un nuevo mandato al pueblo y aplicar con apoyo popular la nueva batería de recortes.

También ha buscado esta salida para frenar la hemorragia interna. Syriza se ha descompuesto ante el cambio de rumbo con respecto a la deuda y una tercera parte de los diputados de su grupo se negaron incluso a respaldar el tercer rescate en el Parlamento. Se ha llegado a crear un nuevo partido, Unidad Popular, una escisión liderada por el exministro de Energía, Panayotis Lafazanis. 25 diputados se le han escapado a la nueva formación; varios de ellos eran carismáticos miembros del partido, más orientados a la izquierda.

Las últimas encuestas publicadas por la consultora local Metronanalysis dan una ligera ventaja al partido de Tsipras, Syriza, con un 25% de los posibles votos. Nueva Democracia está por debajo, con un 24,7%. Le siguen, con un 4,9%, los seguidores del partido neonazi Amanecer Dorado, dejando al partido To Potami en cuarto lugar con un 4,4%; en quinto puesto se encuentra el partido comunista KKE, con un 4,7% de los sufragios, seguido del partido conservador ANEL con 2,4%, PASOK con un 4,1%, Unión Central (Enosi Kentroon) en sexta posición con 4,6% y, en séptimo lugar, la escisión de Syriza, el nuevo partido de Panagiotis Lafazanis, Unidad Popular, con un 2,6%.

Tsipras logró en las elecciones de enero un 36% de los votos, por lo que en apariencia, de cumplirse estos vaticinios, tendrá que buscar apoyos externos para poder gobernar. En cualquier caso, ha descartado rotundamente asociarse con Nueva Democracia, su inmediato perseguidor, y se centra en captar al 17% de indecisos.

Tras una campaña sosa y que apenas ha atraído a los cansados ciudadanos, se ha conocido además un informe del centro de estudios Bridging Europe que desvela que el 73% de los encuestados se declaran insatisfechos con las propuestas de los partidos griegos; el 78% evalúa de forma muy negativa la calidad del debate político; el 38% está convencido de que habrá una segunda vuelta y el 53% quiere que el próximo Gobierno esté formado por “no profesionales” de la política.

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Protesta en Atenas en favor de Syriza.

Nueva Democracia es, a priori, el partido que más competencia puede plantar a Syriza, Evangelos Meimarakis es su líder. Tomó el revelo al ex primer ministro Andonis Samarás (2012-2015) al frente del partido conservador, una de las dos patas del bipartidismo griego que saltó por los aires en las elecciones europeas de 2014. Nueva Democracia tiene ahora mismo 76 diputados.

Meimarakis ha declarado que, si gana, tenderá la mano al segundo partido (previsiblemente, Syriza) para un Ejecutivo de concentración o unidad nacional, que cumpla los acuerdos financieros y lleve a cabo los recortes que piden los acreedores. Su carácter será, demanda, claramente "proeuropeo".

Alrededor de 9,8 millones de griegos mayores de 18 años tienen derecho a votar este domingo. Los partidos que se presentan tienen que obtener al menos el 3% de los votos para contar con representación parlamentaria.

Actualmente hay siete partidos en el hemiciclo, compuesto por 300 parlamentarios. De ellos, 58 corresponden a la capital, Atenas, donde vive la mitad de los votantes. Es allí donde se han concentrado los esfuerzos de la campaña electoral, una de las más cortas de la democracia griega, 23 días.

En las últimas elecciones, celebradas en enero de este año, Syriza obtuvo 149 escaños y formó una colación con la formación derechista Griegos Independientes (13 escaños). La alianza gestionó el país con estabilidad hasta que llegó el ultimátum de pago de los acreedores.

El sistema electoral podría servir de apoyo adicional para Tsipras, pese a su crisis interna, al conceder 50 escaños adicionales al partido más votado en las elecciones, sin variar el número total de 300 escaños. Eso significa que una mayoría del 40% de los votos podría ser suficiente para contar con una mayoría absoluta de escaños en el hemiciclo. Este umbral podría ser incluso menor si muchos partidos no superan la barrera del 3%, lo que invalidaría los votos que las formaciones fallidas lograron reunir.

En caso de que ningún partido alcance una mayoría absoluta, el presidente Prokopis Pavlopoulus encarga al líder de la lista más votada que forme gobierno. Este partido tendría que apoyarse en un socio de coalición o al menos lograr el respaldo para un gobierno en minoría y sacar adelante la investidura.

En su defecto, el segundo y, posteriormente, el tercer partido más votado recibirían el mandato de formar un gabinete. Si no se logra cuajar un gobierno, Pavlopoulus convocará a los líderes políticos para intentar alcanzar un acuerdo entre todos.

De fallar también este último intento, el presidente de la República nombraría un gobierno de transición hasta la convocatoria de nuevos comicios. Esta situación ya se dio en 2012.

Composición del actual Parlamento griego

Syriza, izquierda. Líder: Alexis Tsipras (149).

Nueva Democracia, de centro-derecha. Líder interino: Vangelis Meimarakis (76).

Amanecer Dorado, de extrema derecha. Líder: Nikolaos Mihaloliakos (17).

Potami, centrista. Líder: Stavros Theodorakis (17).

KKE, comunista. Líder: Dimitris Koutsoumbas (15).

Griegos Independientes, a la derecha. Líder: Panos Kamenos (13).

PASOK, de centro-izquierda. Líder: Fofi Gennimata (13).

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