Carolina Marín: "Las mujeres hemos dado el paso de ir a por nuestros objetivos"
Dos Campeonatos del Mundo, un Campeonato de Europa, seis Campeonatos de España, Medalla de bronce de la Real Orden del Mérito Deportivo y Premio Nacional del Deporte a la mejor deportista del año en 2014. Y tan sólo tiene 22 años. Carolina Marín (Huelva, 1993) es ya toda una estrella en España pero hace tan sólo una década que colgó el traje de flamenco para empuñar definitivamente la raqueta de bádminton e iniciar una progresión imparable hacia el liderato del ranking mundial.
Ahora, tras haber logrado el tercer puesto en los Campeonatos de Europa por equipos y sin perder de vista los torneos que le quedan por delante, encara el camino hacia los Juegos Olímpicos de Río donde, junto con otras mujeres como Mireia Belmonte, Ruth Beitia o el equipo femenino de balonmano, es una de las grandes bazas españolas para lograr medalla.
Logró el bronce en los Europeos por equipos, ¿qué sensaciones le dejó el torneo?
Como sólo una vez al año hacemos una competición por equipos, la verdad es que me ha dejado buenas sensaciones. Ya que, aunque conseguimos el objetivo que nos habíamos puesto -una medalla- y que estuvimos muy cerca del paso a la final, el equipo quiere más. Y eso es lo importante, que dentro de dos años, cuando volvamos, vayamos de verdad a por el oro.
Quería hablar de su progresión y quería comenzar por sus inicios, ¿qué hace que una chica de una ciudad como Huelva, donde los medios no serán los de las grandes capitales como Madrid o Barcelona, se decante por el bádminton? ¿Cuándo le comenzó a atraer este deporte?
A los 8 años. Yo entonces iba con mi amiga Laura, que vivía en mi mismo bloque, a bailar flamenco. Ella fue la que primero conoció el bádminton. Un día fui con ella al pabellón y desde ahí me empezó a gustar.
¿Cuándo se dio cuenta de que quería dedicarse a esto?
A los doce años ya tuve que dejar el flamenco, porque el bádminton me ocupaba mucho espacio y también quería seguir con los estudios. Tuve que dejarlo y seguir con el bádminton.
¿Qué le dijeron en casa?
Nada. En casa nunca me han obligado a hacer nada. Mis padres siempre me han dado la opción de hacer lo que he querido y, la verdad, es que lo agradezco.
De cara a los Juegos Olímpicos de Río 2016. ¿cómo lleva la preparación?
Todavía no pienso en los Juegos porque tengo torneos antes que son importantes para el ranking mundial y porque hasta mayo no tenemos el corte del ranking. Mi preparación ahora está centrada pensando en esos torneos.
¿Cuál es su calendario de aquí a Río?
¡Uf! ¡Es que tengo muchos torneos!
¿Cómo es el día a día de alguien que se prepara para un campeonato así?
Suelo entrenar unas siete u ocho horas al día. Me levanto sobre las 7:15. Tengo una primera sesión de 8 a 10, otra de 12 a 14 y la tercera de 16:30 a 19:30.
Con esos horarios, ¿da tiempo a tener tiempo libre y a disfrutar de las amistades y de la familia?
Yo bajo muy poco a casa, porque tengo toda mi familia en Huelva. Además, tengo muy poco tiempo libre porque los martes y jueves por la noche tengo fisioterapeuta de 20 a 21:30. Así que, el poco tiempo libre que tengo, lo dedico a descansar.
Volviendo a la cita olímpica, tras haber ganado dos veces seguidas el Mundial ¿se siente favorita para los Juegos?
A ver, no me siento la favorita, pero sí quiero ir a por el oro. Favoritas somos muchas. Al final, las diez primeras del ranking mundial estamos todas casi al mismo nivel. A veces gana una y a veces, otra. Favorita no hay ninguna: la que mejor esté ese día.
¿Puede ser eso una presión añadida?
Esa presión habrá que controlarla. Está claro que va a ser nuevo, porque en los anteriores Juegos yo no tenía esa presión, pero sí hay que tenerlo controlado.
Mucha gente, cuando hace cábalas para saber cuántas medallas se traerá España de Río, cuenta con su medalla pero también con las de Mireia Belmonte en natación, la de las chicas del balonmano, las del waterpolo. Cómo lo ve, ¿cree que van a ser los Juegos del deporte español femenino?
Lo veo muy bien, qué quieres que te diga, sobre todo para la mujer. Pero no hay que contar sólo con las de las chicas, también hay chicos que optan: Nadal, los chicos de baloncesto, de balonmano... Ojalá nos traigamos todas estas medallas. Todavía quedan seis meses, pero ojalá se consiga todo esto.
¿A qué cree que se debe la progresión de las mujeres en el deporte en los últimos años?
La progresión está en que cada una de nosotras nos hemos puesto unos objetivos y hemos ido a por ellos, cada una de una forma distinta, pero concienciadas en lo que en un futuro queremos. Creo que ese paso lo hemos dado.
¿Siente que ha sido más difícil progresar para usted por el hecho de ser mujer?
En cuanto a mi deporte, yo no he notado eso, porque el bádminton es un deporte minoritario y precisamente he sido yo, una mujer, quien lo ha sacado a la luz. En ese sentido, no he notado ninguna diferencia.
¿Qué le parece que desde Huelva estén promocionando su candidatura para el Premio Princesa de Asturias de los Deportes?
Pues sí, desde Huelva están moviendo bastante la candidatura. Estoy super agradecida de que mi ciudad y mi tierra estén haciendo esto por mí.
¿Se ve saludando a los reyes?
¡Pues por qué no!
El año pasado pidió públicamente la dimisión de David Cabello, presidente de la Federación Española de Bádminton, ¿están mejor las cosas ahora?
Sinceramente, no creo que haya que hablar de esto. Prefiero hablar de mí y del bádminton. Esto ha sido pasado y pasado se queda.
Al margen del deporte, ¿le da tiempo a interesarse por otras cosas, como la situación política?
Algo sí que me entero, pero al fin y al cabo, tengo muy poco tiempo libre. No tengo casi tiempo para ver la tele ni nada. Mi vida está muy centrada en estar en un pabellón de bádminton y al final, es en lo que estoy interesada.
¿Qué le pediría al próximo presidente del Gobierno para el deporte español?
¡Uf! ¡No sé! Como está la situación como la tenemos, que ni se sabe si vamos a tener presidente o no, ni lo he pensado.