La estrategia de Génova para resguardar a Rajoy

La estrategia de Génova para resguardar a Rajoy

Los populares intentan vender casos "aislados" de corrupción y limitarlos a Madrid

Mariano Rajoy, en BrasilEFE

7.732 kilómetros separan Brasilia de Madrid. El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, está de viaje oficial y allí recibía un SMS de Esperanza Aguirre este lunes comentándole su decisión de dimitir. Él prefirió guardar silencio ante la prensa.

Los titulares que llegan desde España son tremendos. Ignacio González sigue en la cárcel; se ha desvelado un mensaje del ministro de Justicia, Rafael Catalá, en el que decía al madrileño: "Ojalá se cierren pronto los líos"; Anticorrupción se querella contra el despacho que fundó Cristóbal Montoro; se ha detenido al exgerente del canal de Isabel II; la Fiscalía denuncia a la Delegada del Gobierno por un delito societario...

La operación Lezo está sacudiendo todos los cimientos de la política madrileña y del PP. Los miembros del Partido Popular están en estado de shock. En privado, según algunos consultados, dicen que todo esto es "asqueroso".

La presión estaba principalmente sobre Aguirre. La mujer que nombró a González y a Francisco Granados, salpicada por los escándalos de Púnica, Lezo y Gürtel. Su paso ha supuesto un alivio para muchos, que veían inevitable su salida. Pero, ¿se acabaron las responsabilidades políticas?

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FRENAR LOS ESCÁNDALOS DICIENDO QUE SON "AISLADOS" Y EN MADRID

En los partidos de oposición se mira mucho más allá de Aguirre. La vista está puesta en Mariano Rajoy. El presidente vive una situación delicada, tocado por estos casos, llamado a declarar por la Audiencia Nacional y con Aguirre ya dimitida. Ella también le ha marcado un camino.

Pero él no está dispuesto a dimitir y ni a asumir esa responsabilidad por lo que está pasando. Con el jefe a tantos kilómetros, algunos de sus colaboradores más estrechos están repitiendo en público y en privado una consigna para resguardar al presidente: son casos "aislados" y se circunscriben a Madrid.

"El Gobierno está legitimado para seguir adelante y seguir defendiendo los intereses de los ciudadanos", ha asegurado este martes el 'número tres' del partido, Fernando Martínez-Maillo. Estos escándalos llegan en mitad de la negociación de los presupuestos generales del Estado, la verdadera prueba para el Ejecutivo respecto a su capacidad para llegar a pactos con mayoría parlamentaria. No sacar las cuentas públicas supondría ir casi seguro a unas nuevas elecciones generales.

El PP se va a encontrar en breve con la posibilidad de que Rajoy tenga también que ir al Congreso a explicar todas estas cuestiones, ya que la mayoría de la oposición está de acuerdo en que Rajoy tenga que ir a la comisión de investigación que se pondrá en marcha sobre la supuesta financiación en B del Partido Popular.

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El otro mensaje que intenta Génova que cale es que hay que encuadrar dentro de la "normalidad" la llamada a declarar a Rajoy en la Audiencia por el caso Gürtel. Será la primera vez que vaya un presidente del Gobierno a testificar por un caso de corrupción, pero desde Moncloa y desde el PP se dice que no tiene nada que esconder. Y Maillo ha repetido este martes: "Los que tienen que ocultar son los que están en la cárcel, pero son personas a título individual, que nos ha hecho mucho daño a nosotros y al propio sistema".

Rajoy presenta su llamada a declarar como algo normal y se centra en el discurso económico

La receta de Rajoy para superar este bache es vender datos económicos. Dirigentes del PP, según fuentes del partido, lamentan que ahora las buenas noticias en términos numéricos se puedan ver empañadas con esta oleada de escándalos. El propio Rajoy intentaba contrarrestar la semana pasada su llamada a declarar presentando una mejora de las perspectivas económicas. Para este mismo año se va a subir la previsión de crecimiento hasta el 2,7%.También avanzaba el viernes un aumento en la inversión en infraestructuras.

Además, estos días negros para el PP han empañado la visita a Brasil de Rajoy, que pretendía venderla ante los españoles como un avance, principalmente, en las relaciones económicas. El comercio bilateral entre las dos naciones asciende a 5.214 millones de euros al año.

Y otra cosa que tiene claro el PP es que hay que evitar paralelismos entre Rajoy y Aguirre. El vicesecretario de Comunicación, Pablo Casado, lo explicaba así este mismo martes: "Haciendo la analogía podríamos decir que si algún ministro del Gobierno de España o algún vicepresidente tuviera un caso de corrupción, eso sería comparable a lo que ahora está haciendo Aguirre. En el caso del tesorero, es una persona relevante en la organización, pero no trabaja día a día con el presidente".

Génova quiere evitar paralalelismos entre Aguirre y Rajoy

Mensajes para los ciudadanos, pero saben que es un tema muy delicado. Lo reconocía así el propio Casado: "Sé que es difícil explicar a una persona cuál es la diferencia, lo que puedo decir es que en el caso de supuesta corrupción de Bárcenas, el presidente del partido lo primero que hizo fue ir a sede parlamentaria, pidió disculpas por haberse equivocado al elegirlo, luego lo echó, puso la documentación a disposición de la autoridad judicial y tomo medidas en la pasada legislatura".

Génova quiso también marcar distancias el lunes por la tarde. Publicó un comunicado de apenas dos párrafos para comentar la dimisión de Aguirre. Se mostraba respeto por esa decisión "personal" y de limitaba a calificar de "relevante" la trayectoria política de la expresidenta madrileña. Más de treinta años de trayectoria apenas recibieron ocho líneas.

Lo que nadie esperaba en el PP es que el caso Lezo tuviera tanto detrás. A pesar de esos intentos de cercarlo en Madrid, el PP se encuentra ahora con ramificaciones de todo tipo, como el mensaje del ministro de Justicia o las dudas sobre los chivatazos de fiscales y magistrados.

Todo preparados para escuchar en los próximos días la coletilla de que es una cosa solo de algunos miembros del PP de Madrid. ¿Calará el mensaje?