Cocinando 'Fariña': cinco preguntas sobre la serie de Antena 3

Cocinando 'Fariña': cinco preguntas sobre la serie de Antena 3

La guionista Gema R. Neira cuenta cómo se gestó, por qué Sito Miñanco es el protagonista y si habrá segunda temporada.

Javier Rey en el papel de Sito Miñanco, protagonista de 'Fariña'.Antena 3

Los acontecimientos precipitaron el estreno y los acontecimientos hicieron que fuese todo un éxito. Tanto el primer capítulo de Fariña como los tres que se han emitido hasta el momento han superado con creces los datos medios de audiencia del prime time nacional actual. 3,3 millones de personas siguieron el estreno el 28 de febrero y 2,7 estuvieron pendientes del cuarto episodio.

Antena 3 no tenía previsto que llegase a nuestras televisiones hasta el segundo semestre del año. Pero cuando el juez secuestró el libro del periodista Nacho Carretero en que se basa la serie tras la denuncia impuesta por el ex alcalde de O Grove (Pontevedra), José Alfredo Bea Gondar, decidió adelantarla. Y acertó. "Que el secuestro del libro saliese en todos los medios nos ayudó a hacer el efecto llamada, luego la gente se quedó y entendemos que es por algo, pero ese efecto fue superimportante", confiesa a El HuffPost la guonista Gema R. Neira, creadora de Fariña junto a los también Ramón Campos, Cristóbal Garrido y Diego Sotelo.

El primer episodio de "la serie basada en el libro prohibido", como la promocionaron en su lanzamiento, fue un éxito, así que decidieron continuar con los nueve siguientes. "Estaba terminada desde noviembre del año pasado. Los diez guiones se escribieron del tirón en 2016 y en 2017, entre primavera y otoño, se rodaron. Se empezó a decir que el primer capítulo no era definitivo pero no era eso, es que Antena 3 no pensaba emitir la serie y la adelantó por lo que había pasado", aclara Neira.

Nos habríamos sentado con Sito Miñanco encantados para que nos contase su versión, aunque creo que no estaba por la labor.

¿Por qué Sito es el protagonista?

Al secuestro del libro se sumó la detención de Sito Miñanco, al que interpreta Javier Rey y que hace de hilo conductor en la serie. De Miñanco se dijo que tenía el guión de Fariña en su casa en el momento del arresto. "Salió en prensa y entendemos que es real, pero no tenemos constancia. Desde luego nosotros no se lo mandamos. Pero nos habríamos sentado con él encantados para que nos contase su versión, aunque creo que no estaba por la labor", asegura la guionista, que dice que sí se sentaron con "algunos de los personajes que vivieron la historia" aunque "los narcotraficantes no quisieron".

Miñanco es protagonista porque es, según Neira, "el antihéroe perfecto". "Investigando es un tipo que tenía mucho carisma y era muy querido en su pueblo. Aunque estaba metido en asuntos de narcotráfico se portaba muy bien con su equipo y la gente del pueblo", cuenta Neira. Eso se plasma en el capítulo cuatro, que arranca con la inauguración del campo de fútbol que construyó para el equipo de Cambados.

¿Qué personajes son reales?

La anécdota es real y el protagonista también, pero sólo cinco de los personajes de Fariña lo son. "Reales son los principales: Sito, Laureano Oubiña, Vicente Otero Terito, Manuel Charlín y Esther [Lago, mujer de Oubiña]. El resto son ficticios", asegura la guionista. "Charlín por ejemplo tuvo seis hijos —dos chicas y cuatro chicos— pero decidimos fundirlos en tres. No son personajes reales aunque los hechos que cuentan sí", explica.

  En el centro de la imagen los actores Antonio Durán Morris (Manuel Charlín), Manuel Lourenzo (Vicente Otero 'Terito') y Carlos Blanco (Laureano Oubiña).Antena 3

Así se podían contar más historias a través de un solo personaje y se libraban de ciertas denuncias. "Sinceramente, te la juegas en los personajes que tienen algún sentido y que va a reconocer el público, en los demás es mejor no entrar", confiesa Neira, que se ríe al ser preguntada por la demanda de Laureano Oubiña a la productora Bambú y a Antena 3 por su escena de sexo con la que se le presenta en el primer episodio. "Siempre que hablas de personas reales corres el riesgo de que esto suceda, pero no esperaba que nos fuese a denunciar por eso", asegura. El 19 de abril se celebrará un acto de conciliación entre la productora y el narcotraficante, que pide que "se reconozca que se han entrometido en su honor con una rectificación".

Tampoco el guardia civil Darío Castro que interpreta Tristán Ulloa existió. "Ese personaje está basado en dos figuras reales, uno es Enrique León, que fue el que levantó todo. Pero como no era tan pública y queríamos contar el relato de una manera más dramática y aportarle algunos elementos personales —Castro tiene cuestiones emocionales que no tenía León— decidimos que era mejor crear un personaje ficticio", cuenta.

¿Qué hay de verdad en las anécdotas?

Del mismo modo todos los diálogos son ficcionados "y algunas situaciones también". Neira pone como ejemplo la escena en que descubren dinero en depósitos de agua. "En el libro se cuenta pero la trama que se crea alrededor es ficción. O, por ejemplo, lo de la Virgen del Carmen: es real que hubo una descarga ese día pero no tiene por qué ser exactamente igual que lo contamos en la serie", añade.

Es la diferencia entre adaptar una novela y un ensayo como el de Nacho Carretero. "Aquí se trata de rellenar huecos y de dotar de un sentido dramático la historia. Lo bueno que tiene el libro de Nacho es que está repleto de imágenes potentísimas", contaba sobre esto el guionista Diego Sotelo en una entrevista tras la emisión del capítulo 1. "El relato no estaba, estaban los hechos y la clave estaba en encontrar el hilo conductor", continúa Neira, que asegura que contaron con el apoyo de Carretero desde que compraron los derechos del libro en marzo de 2016. "Estuvo presente todo el proceso y supo entender la diferencia entre un libro y una serie, y que dentro de esa realidad hay que hacer pequeñas concesiones para que el relato tenga pulso y dramatismo", asegura sobre el periodista con el que se reunieron antes de ponerse a escribir para contarle la idea de hacer un capítulo por año. Con él pactaron qué personajes iban a ser reales y cuáles iban a fusionar y opinó sobre los guiones una vez terminados.

Hay gente que nos dice, 'van vestidos un poco de los 70, ¿no?' Y yo les digo: 'Es que en Galicia en los 80 se vestía así'. No todo llega a la vez en todas partes.

Su libro dio a los guionistas de Bambú el empujón que necesitaban para hacer la serie de narcotráfico en Galicia que perseguían desde hacía tiempo."Cuenta muy bien toda la idiosincrasia gallega y refleja anécdotas que son tan particulares que no podrían pasar en otro sitio, como el cerdo al que le dieron droga y se quedó tieso. Este tipo de cosas tienen mucho que ver con el carácter gallego. El libro lo evidencia y para nosotros fue clave. Es un elemento diferencial: Galicia es Galicia", cuenta la guionista de Ferrol (A Coruña), para la que parte de su trabajo fue hacer memoria. No tanto de los hechos relacionados con el narcotráfico —eso está en los libros y hemerotecas— sino para el resto de anécdotas. "Hay gente que nos dice, 'van vestidos un poco de los 70, ¿no?' Y yo les digo: 'Es que en Galicia en los 80 se vestía así'. No todo llega a la vez en todas partes", cuenta.

¿Por qué se decidió rodar en castrapo?

Si los hechos generan interés, otro de los aciertos de Fariña es la elección de los actores: todos gallegos y con acento gallego auténtico. Ellos saben poner la entonación perfecta al castrapo —variedad de castellano llena de expresiones gallegas— que hablan. "Era una apuesta muy importante y Antena 3 fue muy valiente por hacer algo así, pero era arriesgado", dice Neira, para la que sería absurdo concebir la serie de otra manera y que asegura que la serie no pierde sentido si no se entiende una expresión (o varias). "La información importante está contada en pantalla y no en esos diálogos".

Para que los tontos fuesen parvos; los coches se escarallen en lugar de estropearse y que a los enfados les siguiesen un me cago en la cona fue necesario un proceso de tres fases. "Algunas expresiones salían de guión, luego había un lingüista que trabajó con los actores y el director y, en función del personaje y del acento, ayudó a adoptar las expresiones. Y luego, lógicamente, también hubo improvisación de los actores pactadas con el director", explica la guionista, que junto a Ramón Campos es la mitad gallega del equipo de guión.

¿Habrá segunda temporada?

El miércoles 3 de abril Fariña llega a su ecuador con la crítica a favor y los datos de audiencia también. En mayo habrá terminado la serie y entonces algunos empezarán a pensar en el futuro o en una posible segunda temporada, sobre la que ya han empezado a circular rumores y que Antena 3 no niega.

"La serie está pensada hasta la Operación Nécora. A partir de ahí hay mucho que contar pero no es imprescindible", continúa. "Nuestra idea inicial era abordar ese periodo de 10 años porque fue cuando el narcotráfico estaba más focalizado en los grandes clanes, a partir del año 90 se empieza a diluir y empiezan a surgir figuras un poco más secundarias y todo se hace un poco más complejo", añade la guionista, que no cierra puertas: "¿Podría haber más? Podría, pero no es necesario para el relato".

¿Podría haber más? Podría, pero no es necesario para el relato.

A la serie todavía le queda mucho por andar: exactamente hasta 1990. "Hemos visto un poco el ascenso y queda por ver cómo las cosas se complican", asegura. "Creo que se va oscureciendo con el paso de los capítulos, a medida que las cosas se van poniendo serias. También las mujeres empiezan a tomar el poder. Algunos secundarios van ganando protagonismo y otros principales se van diluyendo", añade.

La droga y sus estragos no tendrá el protagonismo que tuvo para las familias gallegas. "No se pone tanto el foco ahí, pero se cuenta porque es una parte importante. Aparecen sobre todo las madres y las protestas, pero la serie está contada desde otro punto de vista", asegura. "Les echan en cara lo que hacen pero ni ellos mismos veían las consecuencias".