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David José Pineda, la nueva estrella del deporte adaptado español: "Yo sé lo que digo y si lo digo es por algo"

David José Pineda, la nueva estrella del deporte adaptado español: "Yo sé lo que digo y si lo digo es por algo"

El atleta soriano, nacido en República Dominicana, saltó al gran foco por su plata y sus quejas por el comportamiento del público en los Juegos de París 2024. Ahora acaba de ganar un oro en el Mundial Paralímpico y otros tres títulos en el Mundial de personas con discapacidad intelectual.

David José Pineda celebra su oro en los Mundiales Paralímpicos de Nueva Delhi 2025
David José Pineda celebra su oro en los Mundiales Paralímpicos de Nueva Delhi 2025Getty Images

Su nombre resonó fuerte en los Juegos Paralímpicos de París 2024 y un año después ha vuelto a hacerlo. Con más contundencia, si cabe. Porque David José Pineda es hoy por hoy una de las grandes realidades del deporte adaptado español. Mucho más allá de su historia, de su relato, al atleta soriano de adopción y dominicano de nacimiento se le 'caen' las medallas en el tartán.

Vivió el "boom" a la vuelta de París, tuvo que superar su natural vergüenza ante la gente y los medios. Un año después, a sus 27 y ya instalado en la élite de su disciplina, "lo llevo bien". "Sé lo que quiero y no me distraigo por los éxitos". Habla de ellos sin detenerse, pasando rápido por su reciente título en el Mundial Paralímpico de Nueva Delhi en 400 metros y el  aún más cercano triplete en el Mundial VIRTUS para atletas con discapacidad intelectual de Brisbane (200, 400 y 4x400, con dos récords del mundo incluidos) que le han convertido en el número uno en lo suyo.

En París se hizo eso que podemos llamar viral. Porque más allá de su peleada plata en los 400 metros categoría T20, sus palabras para criticar la "irrespetuosa" actitud del público francés tuvieron un gran eco. Pese a lo que pudo parecer entonces no fue ningún 'calentón' y, volviendo a ellas más de un año después, sirven para explicar bien quién es este soriano de adopción. Aquel "gritad ahora, gritad ahora... ahora no gritan" al público presente en el estadio olímpico y paralímpico parisino que a unos enamoró y a otros disgustó.

"Yo sé lo que digo y si lo digo es por algo, no digo nada por decir. Mi problema no era con el atleta francés, que me cae muy bien, el problema era con los aficionados", rememora en la conversación. Da detalles, como los recuerdos de "cuando silbaban y hacían ruido en momentos en los que no debían". 

"Incomodaban en el momento del pistoletazo de salida en las pruebas, que tienes que guardar silencio para oír el disparo, o en concursos como los de saltos de longitud de ciegos, que necesitan silencio para su concentración. Y eso no está bien", sentencia, plenamente convencido de su mensaje.

Pineda, que forma parte de la Federación Española de Deportes para Personas con Discapacidad Intelectual (FEDDI) huye de dramas "y de paternalismos, que los odio" al hablar de su condición. "Es algo que llevo con naturalidad, lo sé desde hace mucho". 

En su caso, como en el de tantas personas, el deporte fue clave. Llegado a España de crío, sin un entorno de confianza aún establecido, el atletismo le abrió las puertas. Antes de calzarse las 'zapatillas', no lo tuvo fácil, como recuerda para El HuffPost.

David José Pineda, entrando triunfante en la prueba del 4x400 en el Mundial Virtus de Brisbane
  David José Pineda, entrando triunfante en la prueba del 4x400 en el Mundial Virtus de BrisbaneCEDIDA POR FEDDI

Su llegada desde República Dominica tuvo lugar "el 12 de octubre de 2010". Con 12 años, cambió "el campo abierto de Azúa por un piso... imagínate". En Soria, para más señas, la ciudad de la que hoy es ilustre y orgulloso vecino pero de una climatología nada suave. 

"Al principio el frío me costó mucho, y el cambio de hábitat, también. Sin amigos, sin nadie conocido fuera de mi familia. Por suerte, poco a poco fui conociendo gente". Y en un paseo le llegó un golpe de suerte. "Iba un día dando una vuelta por la calle y me encontré al que era mi mejor amigo de niño, que resultó estar viviendo allí también y no lo sabía. Eso me ayudó mucho".

Ese amigo y, prosigue, una profesora, la responsable de su entrada al atletismo. "Ella fue la que me animó y me habló del CAEP (el Centro de Alto Entrenamiento y Promoción), epicentro del deporte en la ciudad". Allí pronto daría con un grupo compuesto por "compañeros mayores que yo... y eso me hizo bien". Pronto vio que el tartán era lo suyo. Fueron llegando los éxitos, las internacionalidades y todo cristalizó en París 2024.

En la ciudad de la luz además de una fama deportiva y social creciente, le llegó algo obvio, un buen pellizco por su medalla de plata. 48.000 euros que "sí dan para vivir de esto... aunque depende de cómo te gestiones". "Incluso te da para una entrada de un piso, pero evidentemente tienes que gestionarte bien y no equivocarte", comenta serio.

Fuera de la pista de atletismo, presume de ser "muy familiar", algo que le ayuda ante posibles prejuicios por su condición. "Únicamente le doy importancia a las opiniones de mi familia. Si de fuera dicen, piensan, hablan... me da igual, eso no me afecta". 

Esa misma normalidad del día a día entre entrenamientos, cuidar de su sobrina y estudiar inglés la traslada a su vivencia de niñez para entender el diagnóstico de discapacidad intelectual. "De pequeño me hicieron bastantes test psicotécnicos, lo típico de las preguntas, las figuras, ejercicios de memorización. Tú no le ves el sentido pero ello sí, claro", reconoce.

Ya de adulto y como atleta de élite, las pruebas van más allá. "Son unas pruebas periódicas, en mi caso cada cuatro años. La última la pasé el año pasado, en París. Recuerdo que fue un proceso idéntico, con psicotécnicos, preguntas... pero al final con el añadido de una prueba física para terminar de evaluar tu categoría". Añade que "es raro" que tras los test el comité te mueva de categoría, aunque "a veces" haya llegado a ocurrir.

A la espera de que llegue el frío a su Soria, David José Pineda no tiene prisa. Ni para charlar ni para pensar en nuevos retos. "Ahora ni idea", admite entre bromas, más allá de fijarse como meta inmediata "descansar". El periplo India-Australia pesa en las piernas y en la mente. "¿Más adelante? Ya veremos, mi entrenador planifica y yo ejecuto", remata con humor. 

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Soy redactor de actualidad y última hora en El HuffPost, donde coordino el turno de tarde, con todo lo que ocurre en España y el mundo... que no es poco.

 

Sobre qué temas escribo

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En los años que llevo en El HuffPost han sido muchos los temas tratados y las coberturas a fondo de grandes eventos. Desde las guerras en Ucrania y Gaza, pasando por un sinfín de elecciones (y las que quedan), hasta un foco más deportivo sobre los Mundiales y Eurocopas de fútbol masculino y femenino o los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Tokio y París.



Creo que no siempre basta con simplemente contar lo que ocurre. Por eso, cuando las circunstancias lo permiten, busco enlazar la información con un enfoque más personal, más propio, tanto en las grandes historias como en otras no tan conocidas, pero merecedoras de reconocimiento.

 

Mi trayectoria

Nací en un precioso pueblo de Jaén llamado Sabiote. En cuanto a mi carrera profesional, soy licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid. Inicié mi camino periodístico en el portal Mundotoro.com, de donde di el salto tras ocho años y algunos proyectos paralelos a El HuffPost, la que es mi casa desde 2019.

 


 

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