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Dennis González, de "no querer volver nunca más a la natación artística" a ganar cinco medallas mundiales

Dennis González, de "no querer volver nunca más a la natación artística" a ganar cinco medallas mundiales

Entrevista con el nadador artístico, que se ha convertido en el primer hombre en la historia en ganar una presea en la rutina por equipos en el Mundial de Singapur. 

El nadador artístico Dennis González en el Mundial de Singapur.Imagen cedida por Dennis González

Hacer historia es una expresión que se utiliza con frecuencia en redes sociales, especialmente en X y en el mundo del deporte. A la mínima que ocurre un hecho destacado se le vincula con el término "histórico", aunque a veces esté lejos de serlo. Sin embargo, Dennis González (Rubí, 2004) sí puede decir a los cuatro vientos que ha hecho historia. Su nombre está ligado para siempre a la natación artística y al derribar murallas que hasta ahora parecían inamovibles.

En el reciente Mundial de Singapur, el catalán consiguió cinco medallas en natación artística (oro en dúo mixto libre junto a Iris Tió, plata en rutina técnica y rutina técnica del dúo mixto con Mireia Hernández y bronces en rutina libre por equipos y equipo acrobático), pero fue en esa prueba de rutina libre por equipos cuando con el bronce que ganó junto a Cristina Arámbula, Txell Ferré, Marina García, Dennis González, Alisa Ozhogina, Paula Ramírez, Sara Saldaña e Iris Tió se convirtió en el primer hombre en conseguir una medalla mundial en una rutina por equipos. Esto sí es hacer historia. 

Llegar hasta este logro y este reconocimiento no ha sido fácil para González, que desde pequeño ha tenido que vivir — y sobrevivir— en un deporte destinado a la mujer donde la presencia masculina es irrisoria. Ahora, desde que en los últimos Juegos Olímpicos de París se aceptaran hacer rutinas mixtas de equipos, la presencia de hombres comienza a aumentar, y más tras casos como el suyo, pero cuando él empezó era casi como un mirlo blanco.

Además, el catalán rechazó cuando se lo propusieron en 2022 el intentar conseguir un hueco para representar a España en la cita parisina al autoconsiderarse que no estaba preparado y que ese no era su momento. Antes, durante toda su formación, tuvo bastantes tentativas de dejarlo al ser un adolescente que muchas veces estaba solo en un mundo de mujeres, pero se mantuvo firme gracias a su entorno. El haber resistido a todos esos momentos se ha visto recompensado con creces. 

"Han sido unos días increíbles. Hemos disfrutado todo, ha ido todo tan bien y hemos podido superar nuestras expectativas", confiesa en una conversación con El HuffPost González, que tras una exigente temporada va a coger unas merecidas vacaciones. 

  Dennis junto a sus compañeras en el ejercicio de rutina libreRFEN

El nadador catalán, que bromea diciendo que "no iba con muchas expectativas más allá de lograr cinco medallas de cinco", está feliz al haber podido sacar todo el potencial tanto a nivel artístico como de dificultad: "El tema de las dificultades cuenta mucho, pero tú no sabes con lo que viene el resto de los países, así que no sabes si apostar por una dificultad muy alta o por hacer una coreografía muy bonita para que los jueces lo puntúen... pero hemos conseguido sacar lo mejor de ambas partes y mostrar el potencial que tenemos". 

Además, motivados por figuras como Andrea Fuentes, la seleccionadora e histórica nadadora artística que regresó a España en octubre del 2024, o Víctor Cano, entrenador de salto y preparador físico, han ido con una ambición y han sabido mantener el hambre en plena competición a pesar de ir ganando medallas prueba tras prueba. 

"Víctor siempre nos dice que no podemos ir a por el bronce porque a lo mejor te quedas corto, pero que si vas a por el oro, aunque no lo consigas, puedes conseguir otros resultados. Tienes que ir a por lo máximo para conseguir el mejor resultado", sentencia González, abrumado por todo el cariño que está recibiendo y casi llevando las medallas como parte de su indumentaria. "Las tengo aún en una bolsa ahora mismo, luego ya las pondré en una vitrina en casa junto al resto de trofeos", se ríe este también estudiante de la carrera Diseño Digital. 

Dennis González mordiendo la medalla de oro junto a Iris Tió.Mondadori Portfolio

"Estoy muy orgulloso de convertirme en un referente"

Antes de saltar a esa prueba de rutina por equipos a González le invadió un pensamiento del que tuvo que abstraerse: si ganaban medallas se convertiría en el primer hombre en conseguir una presea mundialista en esta prueba. "Me vino todo justo antes de salir a la piscina", señala.

Rápidamente, tuvo que evadirse y centrarse en bordar el ejercicio porque "para conseguirlo teníamos que hacerlo perfecto". Y así fue. España consiguió el bronce y él, además, hacer historia: "En el podio sí que me vinieron todas las emociones y tuve la sensación de haber podido empezar algo que ojalá evolucione mucho. Estoy muy orgulloso de convertirme en un referente en este deporte y en otros muchos ámbitos".

"Es un deporte muy duros donde te la juegas todo en cuestión de tres minutos y tiene que salir perfecto desde que empieza hasta que acaba", asegura con una sonrisa de oreja a oreja imposible de disimular.

Ahí aún no lo sabía, pero cinco días después se iba a llevar el oro en dúo mixto junto a Ia ya legendaria actuación de Iris Tió e iba a ganar a la pareja rusa, que regresaba a la competición tras estar sancionado el país, con la pareja Alexandr Maltsev y Olga Platonova. "Él es un deportista que lleva ganando toda su vida (suma siete oros y dos platas mundialistas y seis oros europeos) y era algo que queríamos que pasara, pero no me esperaba que pasara ya este campeonato", reconoce. Durante el ejercicio y a falta de 30 segundos, confiesa que Tió le dijo un "vamos" de confirmación de que lo estaban bordando y le hizo sacar todavía más fuerzas.  

Dennis González posa con la plata junto a Mireia Hernández.Getty Images

"Fue muy emocionante. Al final todo lo que nos ha pasado es fruto de muchas horas de trabajo en la sombra", dice serio. Su rutina de entrenamientos es de lunes a sábado de 7.30 a 15. "Por la tarde podemos estudiar o hacer el resto de cosas", apostilla. 

Además, estos resultados, comenta, van a realimentar unas ganas de trabajar con la vista puesta en Los Ángeles porque "es el primer año de Andrea y la diferencia con China (campeona olímpica en París) se ha visto reducida". "Es que era un año de aprendizaje, de conocernos y de adaptarnos y hemos conseguido todo esto. Nuestro margen de mejora es amplio y lo vamos a demostrar", apunta González, elogiando a la seleccionadora hasta el punto de afirmar que "es lo mejor que nos ha podido pasar en mucho tiempo". 

Renuncia a París y varias tentativas de abandonar 

Desde que González comenzara en la por entonces natación sincronizada con 13 años gracias a la influencia de su madre, exnadadora y entrenadora, y querer mezclar la danza con el agua porque ambas cosas le encantaban, su vida no ha sido fácil. Al principio, comenta, no se atrevía ni a decir que estaba haciendo ese deporte y solo comentaba que se iba con su madre a hacer deporte.

"En 1º y 2º de ESO no decía a nadie lo que hacía realmente. Luego en 3º me propusieron ir a la Blume, que es el centro ya de alto rendimiento para menores en Esplugas, y en el momento de presentarme tuve un poco de miedo en decirlo, pero salió bien. Es verdad que se creó mucha intriga en el resto de gente y llamó la atención, pero fue bien", afirma ahora el nadador artístico, que destaca que nunca ha recibido comentarios despectivos por parte de su entorno y solo en redes sociales, algo a lo que no le da importancia.  

Sin embargo, eso no fue lo más complicado: "Tuve que estar todo el tiempo rodeado de chicas, que no es que haya sido un problema, pero sí que es verdad que fuera de los entrenamientos me costaba más relacionarme con chicos al no estar acostumbrado a tratar con ellos. Me sentía mal y me sentía como fuera de lugar y totalmente diferente al resto. Son detalles que a veces te hacen plantearte cosas como el hecho de querer estar viviendo lo que vivían ellos y no sentirme fuera de lugar".

Dennis González, en uno de los ejercicios en el Mundial de Singapur.Getty Images

"También hubo otros motivos. Por ejemplo, había concentraciones que podían ser tres semanas diez horas de entrenamiento y no se hacía mucho más. Entonces, los momentos de compartir con tus compañeras yo no los tenía porque estaba en la habitación solo al ser un chico. Ellas compartían habitación y yo no podía ir porque no me dejaban y tampoco tenía móvil y qué hace un niño de 14 años o 15 en una habitación durante tres semanas solo entrenando diez horas al día", añade.

González recuerda un episodio en el que nada más ver su cuarto se puso a llorar al saber lo que le esperaba: "Hablé con mi madre, con las entrenadoras y les dije 'me quiero ir, no quiero estar aquí y no quiero volver nunca más'. Por suerte, al final hablando con mis entrenadoras, con mi madre y todo acabamos encontrando un poco el equilibrio, pero fueron momentos muy duros".

Además y antes de ser campeón del mundo y conseguir cinco medallas también reconoce que tuvo que tomar la difícil decisión de renunciar a la posibilidad de ir a los Juegos de París al no verse preparado. 

"Obviamente ir a unos Juegos es el sueño de toda una vida, pero sí que es verdad que cuando me lo dijeron en 2022 en vez de pasión sentía vértigo y tenía miedo. Me pedían que dejara la Blume para ir al CAR y todo lo que estaba haciendo, que justo acababa de empezar la universidad y estaba en un año que creía que empezaba a mejorar y a encontrar esa perfección en mí en el deporte. Fue tan precipitado que sabía que no disfrutaría del proceso y que iba a tener más oportunidades, así que decidí no ir y construirme poco a poco", se justifica González.

Ahora sí que sí ya piensa en Los Ángeles y en colgarse ahí la medalla con la que lleva soñando desde esa primera clase de natación sincronizada. 

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Soy redactor de Virales en El HuffPost, desde donde te contamos la actualidad de una forma muy diferente.

 

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El mundo informativo en el que más cómodo me siento escribiendo es el del deporte, especialmente todo aquello que tiene que ver con el polideportivo: baloncesto, atletismo, natación, escalada, taekwondo, etc. También hablo de naturaleza, ciencia y me encargo de hacer reportajes para dar contexto a los protagonistas de esas publicaciones anónimas que ves en redes sociales y de los que no sabes nada más. Además, en mi día a día busco momentos destacados en televisión o redes sociales que puedan ser interesantes para el lector bajo un enfoque Huff.

 

Mi trayectoria

Nací en Barbastro (Huesca) en 1995 y en 2013 emigré a Madrid para estudiar periodismo en la Universidad Complutense de Madrid (UCM), ya que desde pequeño he crecido escuchando la radio y con el objetivo de dedicarme a este mundillo. Aprendí primero en El Heraldo de Aragón y después en la Cadena Ser hasta que en 2019 me saqué un máster en Periodismo de investigación, datos y visualización en la UNIR y entré en El HuffPost. Desde entonces, he crecido de la mano de este medio.

 


 

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