En el corazón del Mundial Virtus de Torrevieja: así ha cambiado la imagen del deportista con discapacidad intelectual en los últimos años
Técnicos, directivos y jugadores de la selección española de fútbol sala presentes en la cita mundial reflexionan sobre cómo y en qué ha evolucionado la percepción de los deportistas discapacitados en el Día Internacional de las Personas con Discapacidad.

Hay goles que valen doble. En el seno de la selección española de fútbol sala para deportistas con discapacidad intelectual, lo saben bien. Porque más allá de lo que significa deportivamente cada tanto, sirven también para derribar puertas, las de los prejuicios. Que más que puertas son muros cuando hablamos de personas con discapacidad intelectual.
España celebra estos días su primer mundial de la modalidad en 17 años, una fecha que coincide con la celebración del Día de las Personas con Discapacidad, este miércoles 3 de diciembre. Mucho ha llovido en el campo de la inclusión desde aquel Mundial de tenis de mesa de Sevilla 2008 hasta el que acoge a finales de 2025 Torrevieja, sede del Mundial Virtus de fútbol sala.
El escenario tiene tanto de competitivo como de familiar, una convivencia entre compañeros y rivales unidos por algo más fuerte, el sentido de inclusión. Jugadores, técnicos y directivos aprovechan el micrófono de El HuffPost para repasar la evolución en cómo vemos al deportista con discapacidad y, en concreto, al deportista con discapacidad intelectual.
"Ahora hay visibilidad", sentencia a la pregunta Celia Garrote, directora ejecutiva de la Federación Española de Deportes para personas con Discapacidad Intelectual (FEDDI). Porque antes de adentrarse en análisis más profundos, "años atrás no podíamos hablar de qué y cómo se daba visibilidad".
Para la alta responsable de la federación, "por suerte, las entidades y las instituciones están dando cada vez más visibilidad a la discapacidad y, en nuestro caso, a la discapacidad intelectual y eso nos ayuda y nos hace crecer".
Desde el hotel que sirve de 'campamento base' del Mundial de Torrevieja que organiza la propia FEDDI, tiene que claro que en otros tiempos "posiblemente no podríamos estar aquí ni habernos sentado a hablar con el Ayuntamiento para traer este campeonato". "Pero hoy yo no noto diferencia en el trato que puedan tener hacia esta federación o hacia cualquier otra de deporte convencional".
Entre risas, Celia admite que ella no puede hablar de la experiencia Sevilla 2008 por ser hace muchos años, pero sí puede comparar eventos. Y tiene claro que otro cambio fundamental está en lo cualitativo. “Porque la calidad de los eventos que se realizan ha cambiado mucho y eso afecta directamente para bien”.
"Este podría ser perfectamente un evento para personas sin discapacidad y ese es nuestro objetivo, que todo el que pueda tener la calidad para ir a un campeonato internacional vaya a unas instalaciones del nivel de las que tenemos aquí y con todos los recursos disponibles", concluye, orgullosa de lo que se está logrando en la ciudad alicantina.

Lorenzo Martínez, responsable del Comité Técnico de Fútbol Sala de FEDDI y cara visible de la selección cree que "ha cambiado en que ya no se habla de deportista con discapacidad sino de deportista a secas".
"Se está haciendo una labor inclusiva de normalizarles y tenerles en clubes; muchos chavales que forman parte de la selección son parte de clubes normalizados en categorías nacionales. Y se les tiene el cariño, el afán de acogerles y darles la oportunidad, que es lo más importante y también la gran tarea que hace la federación, dar el escenario para que estos deportistas se realicen y cumplan sus sueños", explica el preparador de la selección.
La reflexión pasa, por supuesto, por los principales protagonistas del Mundial Virtus 2025 de Torrevieja, los jugadores. "Lo primero que notamos es que hay visibilidad", reconoce Eduardo Díez, uno de los integrantes del proyecto de selección de fútbol sala de FEDDI. Con el convencimiento suyo y del equipo de "no envidiar nada a nadie", celebra que "paso a paso estamos haciendo que la inclusión sea más avanzada". Con esos pasos, cuenta, están "construyendo una inclusión", si bien "aún queda para que sea íntegra y no haya clichés en la sociedad".
La sonrisa que acompaña a su compañero Juan Antonio Real, se desborda al hablar de esos "pasos adelante". El jugador andaluz evidencia su "felicidad", sabedor de "que la integración va mejorando día a día", algo que nota en el hecho de que "la gente se va animando y va animando más a nuestro deporte".
